Científicos estadounidenses confirman que el corazón es capaz de autoregenerarse

Este órgano posee sus propias células madre adultas para reparar el tejido muscular dañado, aseguran
Por EROSKI Consumer 19 de septiembre de 2003

El corazón tiene capacidad regenerativa. El equipo de Piero Anversa, director del Instituto de Investigación Cardiovascular de Nueva York, ha demostrado de nuevo que el corazón posee sus propias células madre adultas para reparar el tejido muscular dañado después de un accidente coronario. La revista «Cell» publica hoy un estudio en el que Anversa y sus colaboradores aseguran haber identificado dónde residen esas células madre y su capacidad para reparar el corazón. Su idea es movilizar esas células reparadoras o provocar su migración hacia la zona cardiaca dañada. Por ello, el siguiente paso es desarrollar protocolos de experimentos en fase I para conseguir la autorización de la agencia del medicamento estadounidense (FDA).

El estudio que se publica muestra la experiencia de los investigadores con células cardiacas aisladas, procedentes de los corazones de ratas adultas. Estas células poseen todas las propiedades de las células cardiacas progenitoras. Los autores inyectaron una mezcla enriquecida de células en los corazones isquémicos, dañados por falta de riego sanguíneo. El resultado observado fue una aparición de nuevos miocitos o células del músculo cardiaco, junto a células de músculos blandos y células endoteliales que eran estructural y funcionalmente competentes.

Con este nuevo trabajo y otras evidencias que han ido aportando otros grupos de investigación, se empieza a abandonar la idea de que poco después del nacimiento, el corazón poseía un número relativamente estable de miocitos que iban lentamente reduciéndose a lo largo de la vida. El trabajo también cuestiona que la única fuente de células madre adultas sólo pueda aislarse de tejidos adultos como la sangre, la piel, el sistema nervioso central, el hígado, el tracto gastrointestinal o los músculos.

El estudio del equipo norteamericano tiene un enorme interés científico porque marca el camino de lo que podrán ser en un futuro los tratamientos con células madre adultas. Este tipo de células no presenta ningún reparo ético y ha mostrado también un gran potencial en el tratamiento de ciertas enfermedades, como las cardiovasculares. Hasta la fecha, se han realizado tratamientos controlados inyectando células madre adultas obtenidas de tejido muscular para reparar corazones infartados.

En España, la Clínica Universitaria de Navarra ha sido pionera en este campo. Fue el primer centro que probó esta terapia en un paciente español y coordina un ensayo controlado con varios centros, cuyos resultados están a punto de publicarse en una revista científica, especializada en enfermedades cardiovasculares.

Pero si se confirman los resultados de los estudios del Instituto de Investigación Cardiovascular de Nueva York, el camino no será extraer células de tejidos adultos para inyectarlas en el corazón. «El futuro es estimular las propias células madre del corazón para provocar la autoregeneración», asegura Felipe Prósper, responsable del Laboratorio de Biología Celular de la Clínica Universitaria de Navarra. El principal problema, según este investigador, es «identificarlas para que puedan trabajar a nuestro favor».

Las células madre adultas evitan cualquier tipo de rechazo porque proceden del propio paciente al que se implantan para tratar su enfermedad. Muestran cierta capacidad para convertirse en otros tejidos diferentes, aunque, de momento, no tienen el mismo potencial que las células de origen embrionario.

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