El control de la hipertensión por parte de los ancianos reduce el riego de sufrir trastornos como el Alzheimer, según un estudio nacional

La medicación continuada y una vida saludable son las claves para restablecer los niveles óptimos de tensión arterial
Por EROSKI Consumer 1 de julio de 2004

Dejar pasar los efectos de la hipertensión arterial (HTA) puede predisponer a los ancianos a padecer trastornos cognitivos como la demencia o el Alzheimer. Por el contrario, el control y seguimiento adecuados de esta dolencia por parte de la tercera edad, reduce los factores que desencadenan el deterioro mental. Así se desprende de un estudio nacional denominado ZANySISTÓLICA llevado a cabo entre 455 mayores de todo el país.

El estudio, iniciativa de la Sociedad Española de Médicos de Residencias Geriátricas (SEMER), pone de manifiesto que la medicación continuada y unas pautas de vida saludables son claves para restablecer los niveles óptimos de tensión arterial, un factor capital para la salud coronaria a edades en las que el riesgo se incrementa.

Tras seis meses de tratamiento con un principio activo de la familia de los calcioantagonistas -el lecarnidipino- se comprobó que el porcentaje de ancianos tratados que presentaba deterioro cognitivo (el 27%), se reducía en un 3%. Respecto a los trastornos de tipo funcional (motricidad, metabolismo), el estudio también comprobó cómo un porcentaje sensible de la muestra experimentaba mejoras, en concreto el 5%. Y todo ello, aseguran los expertos, «sin efectos secundarios ni interacciones entre una población polimedicada».

La sangre de alrededor de un tercio de la población adulta española (mayor de 18 años) fluye por sus arterias con una presión mayor de lo recomendable. Como recordó ayer el director de la unidad de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular del Hospital Carlos Haya de Málaga, Pedro Aranda, la hipertensión «es la enfermedad crónica con mayor incidencia», pero dado el carácter silencioso de sus síntomas, suele diagnosticarse tarde. Según Aranda, el 15% de los hipertensos no sabe que lo es, y eso que la dolencia «está detrás de la cuarta parte de los infartos, del 60% de las insuficiencias cardiacas, del 80% de los fallos renales, y de la mitad de las enfermedades cerebrovasculares».

La prevalencia de la HTA aumenta con la edad, debido al envejecimiento de las paredes arteriales. Sin embargo, sólo un tercio de la población anciana guarda los cuidados necesarios para controlar la dolencia.

Los calcioantagonistas son una familia de fármacos que impiden la entrada de calcio en las células. Así, disminuyen la tendencia de las arterias pequeñas a estrecharse, la contractilidad miocárdica y las resistencias vasculares periféricas.

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