Entre el 10% y el 20% de los casos de asma bronquial tienen su origen en el entorno laboral, según un informe de la Sociedad Española de Alergología

Los porcentajes más elevados de esta patología los presentan los trabajadores de las fábricas de detergentes
Por EROSKI Consumer 2 de febrero de 2004

Los problemas asmáticos están en alza, en buena medida por las condiciones laborales. Así lo asegura un informe de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que demuestra que entre el 10 y el 20% de los casos de asma bronquial tienen su origen en el entorno laboral. La incidencia de este trastorno, que se está extendiendo en España, varía en función del tipo de ocupación. Aunque los porcentajes más elevados -hasta el 50%- se han descrito entre los trabajadores de las fábricas de detergentes.

La tos crónica es el primer síntoma de una enfermedad que sufren con frecuencia veterinarios, investigadores que trabajan con animales, panaderos, pintores, limpiadores, trabajadores de la industria del plástico y de la química. Hasta 320 sustancias estarían implicadas en este trastorno respiratorio ocupacional, de las que el 22% atienden a casos de asma por isocianatos -utilizados en la síntesis de plásticos, lacas y pegamentos-, un 9,8% a alérgenos de animales, un 7% de harinas y cereales, y un 5% a humos de soldaduras y colas.

Para reducir el impacto en la salud de estas sustancias, los alergólogos establecen una serie de recomendaciones, entre las que se encuentran el control de la concentración de alérgenos y «sensibilizantes químicos en el entorno de las empresas», el análisis de las nuevas sustancias introducidas en el entorno laboral y las revisiones periódicas de la función pulmonar a trabajadores expuestos.

También se aconseja incluir broncodilatadores, antihistamínicos, adrenalina y corticosteroides en el botiquín de la empresa, el traslado de un trabajador con síntomas a un centro especializado y su recolocación en otro departamento si se comprueba que el asma está relacionado con el entorno laboral.

Bronquitis eosinofílica

Aunque la tos crónica no siempre debe identificarse como asma ocupacional. La bronquitis eosinofílica también provoca tos e inflamación bronquial y, según los últimos trabajos del alergólogo Santiago Quirce, es una nueva patología ocupacional. La afección se conocía, pero una revisión de estudios dirigida por el doctor Quirce ha confirmado la relación de la enfermedad con exposiciones a sustancias con potencial alérgico en el lugar de trabajo.

El perfil de las personas que sufren esta enfermedad son trabadores de mediana edad, que no fuman y que llevan a cabo un trabajo que les expone todos los días a sustancias tóxicas. No sufren sensación de ahogo ni pitidos, pero sí una tos que se hace casi insoportable.

El diagnóstico médico tanto del asma ocupacional como de la bronquitis es bajo y, sin embargo, detectar a tiempo ésta y otras muchas enfermedades de carácter alérgico es «vital», en opinión del doctor Joaquín Sastre, miembro de la directiva de la Organización Mundial de la Alergia (OMA).

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