España es el segundo país europeo con mayor consumo de antibióticos

Los expertos señalan que los laboratorios no están interesados en desarrollar nuevos fármacos para vencer a bacterias cada vez más resistentes
Por EROSKI Consumer 23 de noviembre de 2008

España es, detrás de Francia, el segundo país de Europa que más antibióticos consume, según revela el último informe del Centro Europeo de Control de Enfermedades. Este trabajo se hizo público esta semana coincidiendo con el primer día europeo de concienciación del uso de antibióticos. La iniciativa es un intento más por sensibilizar a gobiernos y ciudadanos sobre una cuestión que se ha convertido en un problema de salud pública en Europa.

Y es que España, Francia, Grecia, Portugal e Italia poseen los niveles de consumo más altos y también los mayores problemas de resistencia de las bacterias. El consumo abusivo de estos medicamentos y la automedicación «no explican la totalidad de las resistencias, pero sí son los aspectos que más impactan. En este problema tan complejo importan también cuestiones ajenas al comportamiento ciudadano, como el consumo de carne de animales tratados con antibióticos o la propia ecología microbiana», explicó José Campos, del laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología.

Mejor situación en los países nórdicos

La mejor prueba de la relación directa entre el consumo abusivo de antibióticos y la generación de resistencias es que en países nórdicos, donde estos fármacos se utilizan de forma muy restrictiva, hay menos problemas con «superbacterias» que desafían a los citados medicamentos. Así, en el tratamiento de la neumonía causada por neumococo, la tasa de resistencia a los antibióticos empleados es sólo del 2% en Suecia, frente al 22% de España. Otro ejemplo es el de la temida «E. coli», culpable de muchas infecciones de orina, que también se combate con más facilidad en el norte.

Lo verdaderamente preocupante es que las bacterias son cada vez más resistentes y los antibióticos menos potentes. «El problema se agrava porque la industria farmacéutica no está interesada en desarrollar nuevos antibióticos. Son fármacos menos rentables que los productos para dolencias crónicas», apuntó Francesc Marco, presidente del grupo Gemara para el estudio de las resistencias a los antibióticos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube