Expertos en tabaquismo desarrollan una nueva terapia para dejar de fumar «poco a poco»

La mitad de los fumadores que quieren dejar de serlo apuestan por este sistema
Por EROSKI Consumer 16 de enero de 2007

Los expertos en tabaquismo están desarrollando un nuevo planteamiento para abandonar el tabaco que consiste en ir dejándolo poco a poco. En el último número de la revista «Prevención del Tabaquismo», editada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), varios especialistas -tanto nacionales como extranjeros- exponen la nueva tesis, con la que esperan, llevándola a la práctica, aumentar las modestas tasas de éxito que se obtienen ahora en el combate especializado contra esta adicción.

En síntesis, el nuevo planteamiento consiste en reducir paulatinamente el consumo de tabaco a la vez que se administra al organismo una ración suplementaria de nicotina en forma no tanto de parches como de chicles, al tener estos, según los especialistas, unas propiedades específicas que los hacen preferibles a aquellos.

Según explica el doctor Carlos Jiménez Ruiz, del área de tabaquismo de la SEPAR, para que el tratamiento resulte idóneo el candidato a ex fumador debe ser capaz de, a la vez que se ayuda con los sustitutos de la nicotina, reducir el consumo de tabaco al menos a la mitad durante un periodo mínimo de cuatro meses. Esto es así porque, afirma este experto, «los estudios que se han hecho demuestran que en aquellos individuos que mantienen la reducción a la mitad durante ese tiempo, aumenta la probabilidad de dejar de fumar al cabo del año de seguimiento».

Este método, gracias a su mayor flexibilidad, puede ampliar el porcentaje de abandonos, que se sitúa hoy, cuando se hace de la mano de un profesional, en el 30%-35% a los seis meses de iniciado el tratamiento. Los neumólogos no están satisfechos con este índice de aciertos, y piensan que el nuevo procedimiento puede hacerlo subir. No en vano, una reciente encuesta de la SEPAR sobre actitudes de los fumadores puso de relieve que la mitad de los que querían dejar el tabaco juzgaba la opción de abandonarlo gradualmente como la más preferible. Y no sólo eso, sino que el 20% de quienes no pensaban dejar de fumar la valoraban como una alternativa muy a tener en cuenta si algún día se decidían a intentarlo.

Absorción de la nicotina

Pero el nuevo método hace plantearnos una pregunta: ¿qué se adelanta con esta técnica de deshabituación basada en la administración suplementaria de nicotina si, después de todo, el organismo sigue expuesto a su acción adictiva? La respuesta que dan los expertos contiene dos premisas fundamentales. La primera es que la nicotina no resulta tóxica ni tiene propiedades cancerígenas, a diferencia de otros componentes del humo del tabaco como el monóxido de carbono, los hidrocarburos o las nitrosaminas. Y la segunda, que la capacidad adictiva de la nicotina estaría relacionada con la dosis pero también, y de modo significativo, con la vía de administración y de absorción. En este sentido, el doctor Jiménez Ruiz explica que los cigarrillos son altamente adictivos porque liberan rápidamente la nicotina, mientras que los parches, chicles o inhaladores «contienen dosis mucho más pequeñas» que se liberan a lo largo de un amplio periodo de tiempo, por lo que el grado de adicción «es muy reducido».

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