Un equipo de investigadores de la Universidad de Los Ángeles (EE.UU.) ha descubierto una proteína, según publica la revista «Cell Metabolism», que reparte paquetes de grasa a las enzimas del torrente sanguíneo que se preparan para entrar dentro de las células del cuerpo. Una vez dentro, la grasa de los alimentos se utiliza como fuente de energía o puede guardarse como reserva.
Esta proteína se descubrió después de detectar en ratones una mutación que les impedía procesar correctamente la grasa, lo que generaba altos niveles de triglicéridos en la sangre incluso con una dieta baja en grasa. Según informaron los investigadores, aún es pronto para determinar las implicaciones clínicas de este hallazgo relacionado, por ejemplo, con la capacidad del cuerpo para almacenar la grasa.