La Junta de Andalucía analizará los cigarrillos electrónicos para evitar posibles fraudes

Pretende comprobar que se adecuan a lo publicitado y combatir efectos adversos para la salud
Por EROSKI Consumer 13 de enero de 2011

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía analizará los componentes de los cigarrillos electrónicos para corroborar que se adecuan a los términos en los que se ofrecen a los consumidores y evitar posibles fraudes o efectos adversos para la salud. Para ello, se ha encargado al Laboratorio de Tabaco de la Junta de Andalucía un estudio de la composición de estos productos, que conllevará el análisis pormenorizado de sus componentes y mecanismos de funcionamiento.

Salud entiende que cuando el cartucho de carga dispense cantidades de nicotina, debería autorizarse por la Agencia del Medicamento y equipararse en regulación a la de las terapias sustitutivas, como son los chicles o los parches de nicotina que se utilizan como proceso de deshabituación. Este procedimiento de autorización por la Agencia del Medicamento conllevaría que las empresas fabricantes tendrían que demostrar su eficiencia como fármaco en los procesos de deshabituación tabáquica, además de reflejar de forma clara los efectos adversos y contraindicaciones, tal y como ocurre con el resto de medicamentos que se utilizan como arsenal terapéutico en estas situaciones.

Si bien los cartuchos no contienen tabaco, algunos contienen nicotina que, durante la inhalación, se absorbe por el organismo. La nicotina es una sustancia que crea adicción y se encuentra asociada a la aparición de numerosos efectos adversos. Se ha demostrado que la exposición a esta sustancia incrementa el riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión arterial, ictus o infartos. No sería necesaria la autorización en aquellos cartuchos que no contengan nicotina, pero se va a analizar su composición para comprobar que realmente se adecua a lo que anuncian los fabricantes y que no es perjudicial para la salud, señala la Consejería.

Salud ha aclarado que ha tomado la decisión de analizar los cigarrillos electrónicos ante la «preocupación expresada por las sociedades científicas», con la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFYC), y dado que en España «no existe una legislación vigente que regule este producto».

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