Es mucho más ventajoso alimentar a niños con 18 meses de edad con leche materna que con leche artificial, según las conclusiones de una tesis doctoral desarrollada en el Hospital Universitario Reina Sofía y la Facultad de Medicina de Córdoba.
El jefe de sección de Pediatría del hospital cordobés, Ramón Cañete, quien ha sido director de la tesis ‘Influencia de la lactancia materna sobre el desarrollo mental y psicomotor del niño a los 18 meses de edad’, explicó que a pesar de los esfuerzos de la industria farmacéutica por intentar imitar las propiedades naturales de este producto, lo que resulta evidente es que «se puede llegar a imitar, pero no a igualar, porque se desconoce la composición exacta de la leche materna».
Por otro lado, el doctor Cañete también afirmó que el desarrollo psicomotor del niño no varía en función de tomar una leche u otra, pero la investigación demuestra que los pequeños que han recibido leche materna son «más inteligentes». En concreto, los que habían recibido leche de su madre presentaron entre nueve y diez puntos más de inteligencia -según la escala Bayley, que valora el desarrollo mental y psicomotor-, por lo que el doctor Cañete insistió en la conveniencia de dar el pecho a los bebés, porque «esta leche contiene algunos lípidos, como el ácido araquidónico y decosahexaenoico, que no están presentes en compuestos no naturales y actúan sobre el desarrollo neuronal».
Finalmente, Ramón Cañete explicó que dar el pecho al niño no sólo es beneficioso para éste, sino también para la madre, quien en su estrecha relación con el lactante recibirá una «potenciación de sus efectos maternos».
Como norma general, los profesionales recomiendan amamantar a los bebés hasta los cuatro o seis primeros meses de vida, sólo lo desaconsejan en algunos casos concretos, como madres con determinadas infecciones, tales como VIH, pecho plano o invertido y en recién nacidos de bajo peso o con malformaciones en la boca.
Esta tesis en su conjunto ha recibido el ‘Premio de Nutrición José González Meneses Jiménez’, que concede anualmente la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura. Un premio que está dotado con 3.000 euros, y que se entregará el próximo viernes 28 de noviembre en el marco de un acto que conmemorará el 25 aniversario de la concesión de este premio sanitario.
