La Asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó ayer en Ginebra con un llamamiento de la directora general de este organismo, Gro Harlem Brundtland, en favor de una rebaja del coste de las medicinas. «Tienen que seguir bajando los precios de los medicamentos», advirtió en el discurso de inauguración de los trabajos de la Asamblea. Harlem Brundtland señaló que «hemos avanzado mucho para que los medicamentos esenciales sean accesibles a un número de personas muy superior al que podíamos imaginar hace tres años», pero «no basta».
En este sentido, subrayó la necesidad de «seguir ampliando los servicios de calidad hasta que alcancen a los millones de personas que los necesitan. Tenemos que aumentar aún más los recursos financieros para afrontar las enfermedades de la pobreza», dijo la directora general, quien añadió que la «capacidad de absorción de los países supera en mucho la capacidad de los donantes».
Brundtland, que lleva ya cuatro años al frente de la OMS, reconoció que «el mundo está repleto de complejos problemas sanitarios» que el organismo que dirige «no puede resolver solo. Tampoco los Gobiernos pueden resolverlos por sí solos, ni las organizaciones no gubernamentales, el sector privado o las fundaciones», añadió.
Erradicar la polio
La Asamblea anual de la OMS, que reúne a ministros, autoridades sanitarias y expertos públicos y privados de diversas asociaciones, tiene previsto analizar los problemas relacionados con las enfermedades que amenazan a la población de los países en vías de desarrollo. En ese sentido, la directora general de ese organismo señaló que «estamos muy avanzados en el camino de la erradicación de la poliomielitis, con una reducción espectacular del número de casos detectados durante el último año».
Destacó también que se han establecido metas y estrategias para luchar contra el sida, la tuberculosis y el paludismo. Harlem Bruntland aludió en su discurso el desequilibrio entre una parte del mundo donde los factores de riesgo son la pobreza, la desnutrición, las prácticas sexuales de riesgo, la insalubridad del agua, las deficiencias de saneamiento e higiene y la carencia de hierro en la dieta.
