El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Geriontología, Isidoro Ruiz Pérez, recordó, coincidiendo con el Día Mundial de la Fisioterapia, que «estos profesionales pueden ayudar a las personas mayores a ser más autónomas y más independientes», ya que, según las encuestas realizadas a la población anciana, «la mayor preocupación es conservar su autonomía y no perder sus capacidades físicas y mentales».
En declaraciones antes de comenzar su ponencia en el Congreso Nacional sobre Fisioterapia Geriátrica, Ruiz Pérez afirmó que los fisioterapeutas son «parte fundamental de los equipos de geriatría para la recuperación de las funciones perdidas» y lo que es más importante, para «la prevención a la hora de no perder la funcionalidad que aún queda a esas edades».
En su opinión, a día de hoy la fisioterapia «ha sufrido una gran revolución y se continúa trabajando o investigando para prevenir y solucionar la dependencia funcional y el síndrome de inmovilización de nuestros mayores».
Asimismo, señaló que «hoy se puede vivir con 80, 90 y hasta 100 años y ser autónomo y en ello la fisioterapia tiene mucho que ver». «Este día mundial debe llamar la atención sobre el trabajo tan poco conocido y reconocido de los fisioterapeutas» y recordó que «hay que acudir a uno de estos profesionales, no sólo cuando se pierde una función y hay dolor, sino mucho antes, especialmente a nivel geriátrico para prolongar lo máximo posible la movilidad y la vida activa del anciano».
Además, subrayó que a cierta edad «los músculos adelgazan, aparece cierta torpeza y existe riesgo o miedo a las caídas, roturas de huesos o la falta de estabilidad, pero si se pone remedio antes de que se produzca, los mayores podrán disfrutar de una larga vida y una buena salud física y mental».
