Las bacterias del intestino tendrían mayor protagonismo en la pérdida de peso y los problemas gastrointestinales

El hallazgo abre una nueva vía para manejar los problemas intestinales y el sobrepeso
Por EROSKI Consumer 16 de enero de 2011

El papel que juegan las bacterias del intestino en la pérdida de peso y los problemas gastrointestinales podría ser más importante del que se creía en un principio. Eso es al menos lo que demuestra un estudio realizado por investigadores de la sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Baylor College of Medicine de Houston (Estados Unidos), publicada en «The FASEB Journal».

Este trabajo sugiere que la ausencia de receptores intestinales de Tipo Toll 2 (Tlr2) afecta a las bacterias del intestino, lo que podría abrir una nueva vía para manejar los problemas intestinales y el exceso de peso. Una deficiencia de Tlr2, utilizada por los mamíferos para reconocer a los microbios que residen en los intestinos, lleva a que se produzcan cambios en las bacterias intestinales que son similares en animales y en humanos.

Este descubrimiento respalda anteriores investigaciones, por lo que se demuestra que una deficiencia de TLR2 protege contra la obesidad y, al mismo tiempo, provoca problemas gastrointestinales, como la excesiva inflamación. Además, muestra que los genes que controlan la expresión de los TLR2 juegan un papel muy importante en la salud gastrointestinal de los individuos y en el manejo de su peso.

El estudio subraya la notable capacidad que tiene una reprogramación organizada de la red inflamatoria para superar significativos cambios genéticos en el intestino de los mamíferos, indica uno de los investigadores, Richard Kellermayer. «El uso apropiado de esta notable capacidad podría prevenir y optimizar el tratamiento de enfermedades metabólicas comunes (como la obesidad o la diabetes) y los desórdenes gastrointestinales», agrega. Para hacer este descubrimiento, el equipo de Kellermayer estudió a un grupo de ratones normales y de ratones con deficiencia de Tlr2. Descubrieron así que la ausencia de Tlr2 generaba cambios microbianos en el intestino que eran similares en animales y personas delgadas, así como cambios inmunológicos parecidos a los observados en la colitis ulcerosa.

Este hallazgo abre una nueva vía para la búsqueda de soluciones a la obesidad, primero mediante la conversión del Tlr2 en una diana de un futuro fármaco contra la obesidad y, en segundo lugar, por la recopilación de más evidencias de que manejar las bacterias del intestino podría ser una forma importante y efectiva para controlar el peso. El reto ahora es encontrar la forma de mantener el peso bajo control sin causar serios problemas gastrointestinales.

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