Con la llegada del verano se incrementan las campañas públicas para que los baños de sol se tomen con precauciones y moderación, a fin de que nuestro cuerpo absorba los indudables efectos saludables del «astro rey» y evite peligros como el melanoma o cáncer de piel. Los riesgos de sufrir esta enfermedad han aumentado espectacularmente y se han multiplicado por tres en los últimos 20 años. «Las personas de entre 30 y 40 años, sobre todo las mujeres, son las que más sufren melanomas, víctimas de aquellos primeros años de playa sin apenas cuidados y protección para el sol», explica la doctora María Teresa Calderón, directora médica de OTC Ibérica, laboratorio especializado en protección solar.
Hoy se celebra el Día del Euromelanoma. Dermatólogos de trece países, incluido España, se dedicarán a examinar de forma gratuita la piel de los que solicitaron cita previa entre el 17 y 28 de mayo. En la campaña del pasado año, el 12% de las más de 8.200 personas que se sometieron a consulta en España necesitaron un seguimiento posterior. Los médicos acabaron diagnosticando 33 posibles casos de melanoma y otros 63 de carcinoma de piel.
Las exposiciones solares prolongadas multiplican los riesgos oncológicos a una velocidad vertiginosa. Hace cinco años, con ocasión del primer Día del Euromelanoma, la Academia Española de Dermatología, promotora de la iniciativa en nuestro país, advirtió de que «uno de cada 74 niños nacidos en el año 2000 padecerá un melanoma en su vida», explica la doctora Aurora Guerra, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Doce de Octubre de Madrid. «Uno de cada 50 niños nacidos en el 2010 padecerá al menos un melanoma en su vida», amplió en la edición de 2003 el jefe del servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología, Carlos Guillén.
Igual que las plantas
Está más que comprobado que el sol ejerce un efecto muy beneficioso sobre el estado de ánimo. Los humanos se parecen a las plantas en que también necesitan su radiación para realizar algunas funciones corporales como la síntesis de la vitamina D. Pero la piel no es una barrera infranqueable. La radiación solar se acumula en nuestra dermis a lo largo de los años y su parapeto no es infinito.
Como el sol no dura todo el año, los centros de rayos UVA o UVB (salones de belleza, gimnasios) han visto incrementada su demanda como sustitutos artificiales. Un informe hecho público por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el pasado mes denunció que «la exposición sistemática a las lámparas bronceadoras provoca el envejecimiento prematuro de la piel, y hay estudios que demuestran que se acrecienta el riesgo de melanoma en los que las utilizan».
En la jornada que se celebra hoy, los médicos harán especial hincapié en la necesidad de la detección precoz y la autoexploración. «Un simple lunar de un milímetro puede ser el origen de un melanoma que crece hacia dentro sin que nos demos cuenta y contamina la sangre. Por eso hay que llegar a tiempo al diagnóstico», explica la doctora Calderón. Gracias al diagnóstico precoz, la mortalidad por melanoma se ha reducido un 50% en la actualidad. «Cada vez llevamos antes a los niños a tomar el sol y el riesgo de que sufran una enfermedad se reduce un 70% si la educación es buena», destaca la experta. Cada vez más los padres son conscientes del peligro del sol para sus hijos, tres veces mayor que en los adultos, por lo que el 94% utiliza productos infantiles. Durante los primeros 18 años de vida se sufre entre el 50% y el 80% de exposición solar que se recibe en toda la vida.
Protección adecuada
Un estudio que acaba de presentar el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos revela que el 58% de los españoles se protege adecuadamente del sol. Sin embargo, los expertos matizan: «hemos aprendido la importancia del uso de cremas, gorros o sombrillas, pero no su uso correcto para sacarles el máximo partido». La última Campaña Escolar de Fotoprotección advierte de que un 42% de los adultos utiliza mal las cremas fotoprotectoras, no aplicándolas 30 minutos antes de la exposición al sol.
Aunque el 87% de los ciudadanos dice que se aplica el fotoprotector con la piel seca, más de la mitad se lo pone en la piscina o la playa, cuando ya está expuesto a la radiación solar. Solo el 47% se lo aplica en casa, donde las condiciones son óptimas (sin sudor, arena u otros factores que puedan incidir en la absorción por la piel).
Para concienciar a la sociedad, y en especial a los niños, los farmacéuticos han puesto en marcha la tercera campaña educativa «Sol, piel y fotoprotección», que está dirigida a 80.000 escolares de entre 8 y 12 años de 650 colegios.
