ONG´s piden aumentar las inversiones en salud básica en los países en desarrollo

La OMS aboga por reducir el precio de las medicinas de tratamiento del sida
Por EROSKI Consumer 16 de mayo de 2002

Los políticos cedieron ayer el terreno a organizaciones no gubernamentales en la tercera jornada de la asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero con un discurso parecido: ayuda a los países en desarrollo. Los expertos recordaron que el gasto anual en salud básica es inferior, por ejemplo, al gasto en tabaco en Europa.

El Movimiento de Salud para los Pueblos, que agrupa a organizaciones no gubernamentales de todo el mundo activas en materia sanitaria, pidió ayer ante la asamblea anual de la OMS un aumento de la ayuda a los pobres, marginados e indigentes, que son al final las grandes víctimas de la falta de inversión en salud básica, que actualmente se cifra en 13.000 millones de dólares. Hoy, dos tercios de toda la carga de enfermedades la soportan los países en desarrollo y, en especial, los grupos de población más vulnerables, como los niños, ancianos o mujeres.

Según los datos del Movimiento de Salud para los Pueblos, frente a esa inversión anual destinada a los programas de salud básica y nutrición de 13.000 millones de dólares, los europeos gastan en tabaco 50.000 millones de dólares, y junto a Estados Unidos elevan el gasto anual en comida para mascotas hasta los 17.000 millones.

En una línea similar, pero con datos más concretos, se movió el discurso del economista estadounidense Jeffrey Sachs, encargado por la OMS de elaborar un informe global sobre la sanidad, que abogó en favor de una reducción del precio de las medicinas de tratamiento del sida en los países pobres.

A precio de coste

Jeffrey Sachs pidió ayer a las empresas farmacéuticas que comercializan tratamientos terapéuticos contra el sida que deberían venderlos a un precio que les permita «cubrir el coste y nada más» en los países pobres, donde la población no puede permitirse pagar el precio real. En cambio, sugirió que esas mismas medicinas se vendan en los países ricos a un «precio diferencial» que permita a las empresas sufragar los gastos, incluidos los derivados de la investigación y el desarrollo.

Según este economista, las empresas farmacéuticas «están dispuestas a participar» en proyectos destinados a luchar contra la epidemia del sida y aconsejó que para ello «deben reducir todavía más los precios» y «facilitar el acceso a las medicinas» en los países donde la población no tiene recursos.

Discurso de Villalobos

Esa ayuda para paliar el sida también había sido una de las referencias en el discurso de la ministra de Sanidad española, Celia Villalobos, que habló el martes en nombre de la Unión Europea. Villalobos se refirió al problema del sida que, junto a la malaria y la tuberculosis, «es el paradigma de la relación entre pobreza y salud». Y dedicó una parte de su discurso a la política del medicamento. Según indicó, desde la gestación del concepto de «medicamento esencial» en la década de los 70, «éste se ha convertido en la piedra angular en el diseño de este tipo de políticas». Y sin embargo, tuvo que recordar que alrededor de 2.000 millones de personas (un tercio de la población mundial) carece de acceso regular a los medicamentos más básicos.

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