El Departamento de Consumo del País Vasco ha recomendado a los usuarios de aparatos artificiales de bronceado que hagan un uso responsable de ellos con el objeto de evitar un riesgo innecesario para la salud de la piel.
Consumo recuerda que los responsables de los centros que ofrecen este servicio están obligados a garantizar que sea seguro y a facilitar la información necesaria para evitar cualquier riesgo que dependa del mal uso del aparato o del modo en que se vaya a utilizar.
Así, en las lámparas de rayos ultravioleta -que se dividen en UV tipo 1, UV tipo 2, UV tipo 3 y UV tipo 4- deben figurar datos como la identificación de la empresa, la referencia o modelo, la tensión nominal en voltios, el potencial nominal en vatios y la frecuencia nominal o gama nominal de frecuencias en hercios. Además, en los aparatos UV tipo 4 se debe advertir de que únicamente se pueden utilizar bajo consejo médico.
También deben llevar el marcado CE o conformidad de marca, que acredita la seguridad del aparato, y una advertencia en la que se informe de que las radiaciones ultravioletas pueden afectar a los ojos y a la piel, de que hay que leer las instrucciones atentamente, llevar gafas de protección solar, así como de que ciertos medicamentos y cosméticos pueden aumentar la sensibilidad a las radiaciones ultravioletas.
En lo que se refiere a la venta y alquiler de estos aparatos, el Departamento vasco recuerda que deben llevar una hoja de instrucciones que especifique la forma correcta de uso y en la que se advierta de los riesgos que presenta una utilización inadecuada.
A la hora de utilizar los bronceadores artificiales es necesario utilizar siempre gafas de protección -que deberán ser suministradas por el centro-, retirar bien los cosméticos antes de la exposición y no aplicar ninguna pantalla solar, y abstenerse del bronceado artificial durante los períodos en los que se tomen medicamentos que aumenten la sensibilidad a las radiaciones ultravioletas.
Además, es conveniente que pasen 48 horas de una sesión a otra, no exponerse en el mismo día al sol y al aparato de bronceado, hay que seguir las recomendaciones sobre la duración y los intervalos de las exposiciones y las distancias de la lámpara, y en caso de aparecer en la piel manchas o heridas se recomienda consultar a un médico.
