Un hospital navarro utiliza una nueva técnica para abordar con garantías los partos difíciles

Se trata de un sensor que, colocado en la mejilla del feto, reduce las cesáreas y mejora la salud de los bebés
Por EROSKI Consumer 21 de noviembre de 2002

La aplicación de un pequeño sensor en la mejilla del feto es suficiente para que los médicos logren toda la información bioquímica necesaria para abordar con garantías los partos complicados. De este modo se asegura la salud de los recién nacidos, a la vez que disminuye el número de cesáreas realizadas de forma preventiva por carecer de datos bioquímicos, explicaron ayer expertos de la sala de partos del Hospital Virgen del Camino de Pamplona, uno de los primeros centros europeos que ha protocolizado el uso de esta nueva técnica, denominada pulsioximetría. Los hospitales suelen controlar el bienestar del feto, en el momento anterior al parto, a través de su frecuencia cardiaca. No obstante, la información del ritmo cardiaco es incompleta para conocer con exactitud la salud del feto. El bienestar del recién nacido también está directamente ligado al nivel de acidosis (disminución del pH de la sangre) y de oxigenación que presenta el feto en los momentos previos al parto.

Por tanto, cuando el ritmo cardiaco del feto no es satisfactorio, «se busca conocer ese nivel de oxigenación y acidosis, que aporta una información mucho más adecuada para manejar con solvencia el parto», señalaron los especialistas. Para conocer estos niveles se usaba una técnica que consistía en extraer sangre del cuero cabelludo del feto, aunque resulta invasiva para el bebé y molesta para la madre, aseguraron. Por eso el Hospital Virgen del Camino ha incorporado esta nueva técnica.

La pulsioximetría permite conocer el contenido de oxígeno en cada momento y ya se emplea en otras áreas médicas, como en anestesia o cuidados intensivos. «Desde un diminuto sensor colocado dentro del útero, concretamente en la mejilla del feto, se emiten luces rojas e infrarrojas cuyo reflejo es medido por un fotodetector», apuntaron los expertos. «Éste hace un cálculo matemático y conoce así el nivel de oxigenación y el pulso del feto».

El empleo de esta técnica, que permite conocer al mismo tiempo el ritmo cardiaco y el nivel de oxigenación del feto, logra reducir la tasa de cesáreas que se deciden practicar de modo preventivo, además de ahorrar molestias al feto y a su madre, concluyeron los médicos del hospital navarro.

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