Uno de cada cien pasajeros de vuelos largos padece el «síndrome de la clase turista», según un estudio neocelandés

Este mal se manifiesta en la formación de severos coágulos de sangre en las piernas
Por EROSKI Consumer 22 de diciembre de 2003

Pese al aumento de las medidas y elementos que proporcionan las compañías aéreas para hacer más cómodos los viajes, éstos siguen haciéndose pesados. Al menos para los viajeros que pasan como mínimo diez horas en el mismo trayecto. Así lo indica un estudio publicado en el último número de la revista «The Lancet», según el cual uno de cada cien pasajeros de vuelos de diez o más horas de viaje padece el «síndrome de la clase turista», que se manifiesta en la formación de severos coágulos de sangre en las piernas.

Para el estudio, realizado por científicos del Instituto de Investigación Médica de Nueva Zelanda, 878 personas se sometieron a un exhaustivo análisis antes y después de emprender sus respectivos trayectos. El requisito fundamental fue que el pasajero estuviese, en el mismo vuelo, un periodo mínimo de diez horas y una media de 39 horas de viaje durante seis meses.

Además, ninguno de ellos figuraba en el grupo de riesgo de contraer el «síndrome de la clase turista», llamado así porque los asientos de esta sección cuentan con poco espacio entre ellos y los pasajeros suelen permanecer sentados sin poder estirar las piernas para mejorar la circulación de la sangre.

El examen final descubrió que nueve personas sufrieron trombosis venosa profunda (TVP) tras el vuelo, cinco en las piernas y cuatro en los pulmones. La TVP se caracteriza por la aparición de un coágulo sanguíneo en una vena profunda, que afecta principalmente a la parte inferior de la pierna y el muslo. Su tratamiento requiere la administración de fármacos anticoagulantes.

Pero la formación de tales coágulos no afecta sólo a los que viajan en segunda clase. Sorprendentemente, el estudio concluye que, dado que dos de los nueve afectados viajaron en clase preferente, «el término síndrome de la clase turista ya es redundante». «Es mejor utilizar trombosis del pasajero», afirma el profesor Richard Beasley, coautor de la investigación. «La trombosis venosa puede ser un problema de salud importante para muchos pasajeros que hacen vuelos largos», considera Beasley. Asimismo, el profesor indica que dos tercios de las personas que conformaron la muestra del estudio tenían algunos achaques de salud previos al viaje.

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