Los controles sanitarios garantizan que las importaciones de filetes de panga procedentes de Asia, que se han multiplicado en los últimos años en la Unión Europea (UE), «cumplen los requisitos comunitarios», según aseguró ayer la Comisión Europea.
En caso de detectarse algún problema en este producto, inmediatamente se intensificarían los exámenes y se podrían adoptar «medidas de salvaguardia», respondió ayer la comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, a una pregunta del eurodiputado Daniel Varela. Estas medidas incluirían inspecciones sobre el terreno y, «en última instancia, si no se toman las medidas necesarias correctoras se pueden prohibir las importaciones», añadió Vassiliou.
Y es que las importaciones de este pescado blanco, prohibidas en Estados Unidos, han aumentado en la UE a un ritmo del 60% anual desde 2004, recordó el eurodiputado, que pidió en una interpelación a la comisaria información sobre los controles y la vigilancia a la que están sometidos los envíos de panga desde países como Vietnam y China.
La comisaria informó de que los controles han permitido que durante 2007 y 2008 se detectaran siete alertas del Sistema de Alerta Rápida para Piensos y Alimentos (RASFF) de la UE sobre productos procedentes de Vietnam. De ellas, cinco estaban «relacionadas con la presencia de residuos de medicamentos veterinarios en peces de la especie pangasius». Sin embargo, Vassiliou aseguró que en estos casos la categoría de los problemas «no justificaba» la aplicación de medidas excepcionales.
Tras esta respuesta, Varela presentó una nueva interpelación en la que pide a Bruselas que aclare en qué momento y qué circunstancias tienen que darse para adoptar medidas adicionales de control, qué resultados tienen que producir los análisis y cuándo y quién puede solicitar inspecciones en los lugares de producción. Además, como había hecho anteriormente, el eurodiputado español solicita a la Comisión que explique las razones por las que Estados Unidos prohíbe la entrada de panga en su territorio.
