La nueva Ley de Seguridad Alimentaria entrará hoy en vigor en China y reemplazará a la vigente hasta ahora, la Ley de Higiene Alimentaria. La nueva norma, aprobada hace tres meses, se usará como plataforma para aumentar los controles, según han prometido las autoridades chinas, que esperan así terminar con los repetidos escándalos sobre alimentos que han afectado a la reputación de la industria y a la confianza del consumidor.
El Gobierno chino pretende de esta forma promover la eficiencia de la red de control de la seguridad alimentaria por medio de estándares más rígidos, supervisión estricta y un sistema de retirada de productos que incumplan las exigencias, así como castigos severos a quienes violen la ley. Los departamentos estatales de salud, agricultura, supervisión de calidad y administración del comercio, que tiene diferentes responsabilidades, han hecho planes para la implementación de la ley.
Así, se formarán dos paneles nacionales de expertos para vigilar los estándares de seguridad y control de riesgos. También se establecerá un centro nacional de control de riesgos para aumentar el nivel de la evaluación de seguridad, detección de ingredientes tóxicos y precaución, anunció el ministro de Salud, Chen Zhu. Además, el Ministerio de Agricultura, responsable de controlar la seguridad de productos agrícolas, ha estado elaborando regulaciones respecto al uso apropiado de piensos, aditivos y pesticidas, así como sobre cuarentena de animales, dijo el viceministro Chen Xiaohua. Por su parte, la Administración Estatal de Industria y Comercio ha prometido fortalecer la supervisión del mercado de circulación de alimentos, especialmente en lo referente a los minoristas, a quienes se les pide que garanticen la seguridad de la comida que venden.
La Ley de Higiene Alimentaria entró en vigor en 1995. Sin embargo, la norma resultaba anticuada y el sistema de control de alimentos ha adolecido de falta de eficiencia, lo que ha ocasionado escándalos como el de los productos lácteos contaminados.
