Algunos municipios de la provincia de Ávila han denunciado la presencia de arsénico por encima de los niveles autorizados y la localización de restos de fertilizantes en las redes públicas de abastecimiento de agua. Esta denuncia se suma a las quejas de algunos alcaldes de la comarca de El Condado, en Jaén, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por considerar que ofrecen una pésima calidad del agua que suministran.
En Ávila, cerca de 4.000 personas tienen que abastecerse, según ha informado el diario ABC, con aljibes después de que los análisis realizados por el Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social detectaran altos niveles de nitratos y arsénico en el agua. Según fuentes de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, la medida adoptada hasta que no se establezca la solución definitiva ha sido abastecer a los núcleos rurales afectados a través de camiones cisterna.
Los análisis han detectado en casi una docena de municipios un alto índice de contaminación microbiológica. Una de las soluciones adoptadas por los servicios sanitarios de la Administración regional para eliminar la presencia de nitratos ha sido la limpieza y la impermeabilización del depósito de agua para evitar filtraciones de sustancias contaminantes en el agua.
Suministro deficiente en Jaén
Por otra parte, los alcaldes de los diferentes municipios que forman parte de la comarca de El Condado, en Jaén, han denunciado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) por no suministrar de forma correcta y eficiente a los 21.000 ciudadanos de la zona.
Según los denunciantes, el problema está en una red antigua y una depuradora cuyo funcionamiento es deficiente. Estas condiciones provocaron en noviembre de 2001 concentraciones de manganeso en el agua de casi 1.000 microgramos por litro, un 2.000% más de los permitido por la Reglamentación Técnico-Sanitaria para el Abastecimiento y Control de la Calidad de las Aguas Potables de Consumo, según El País.
El problema de la presencia de manganeso en estas tierras se produce, según el mismo diario, por las características geológicas de la zona, que provocan que hayan elevadas concentraciones de manganeso y de hierro. Estas concentraciones se controlan a través de la depuradora, cuyo funcionamiento no permite en la mayoría de los casos una correcta eliminación de estas sustancias.
Los alcaldes de los municipios afectados sostienen que una de las soluciones debe pasar por la creación de un plan director que garantice la calidad en el servicio de abastecimiento. Este plan debería reflejar todas las actuaciones necesarias para garantizar un suministro sin cortes y un agua con calidad.
