• Autor: Por xavi
• Fecha de publicación: martes 2 diciembre de 2003

Para garantizar la inocuidad de los alimentos, la OIE reconoce la necesidad de adoptar una política que tenga en cuenta todos los riesgos existentes en todas las fases de la cadena alimentaria. Para conseguirlo, debe garantizarse la prevención, la eliminación o el control de los riesgos asociados a los animales antes de su sacrificio y del primer procesamiento de los productos. Además, la OIE considera prioritario poner en común el saber hacer veterinario, sobre todo en los países en que los objetivos de salud pública y los de sanidad animal dependen de administraciones diferentes.

Actualmente los expertos están trabajando par mejorar el control de la inocuidad de los alimentos, especialmente durante la inspección ante mortem y post mortem en los mataderos y los controles microbiológicos. En este sentido, los expertos destacan la dirección que deben llevar las medidas para adaptarse a la diversidad y la frecuencia de los peligros en cada población animal concreta. El objetivo de estos controles debe ser aplicable tanto al ámbito de la salud pública como al de la sanidad animal.

La OIE, que considera que los mataderos constituyen un eslabón clave para la vigilancia epidemiológica de las zoonosis y de todas las otras enfermedades animales, destaca el papel de los servicios veterinarios para definir y ejecutar las inspecciones en los mataderos. En este sentido, la OIE tiene previsto promover y dar a conocer el papel de estos servicios en el ámbito de la inocuidad de los alimentos, tanto en las granjas como en los mataderos. Para ello, deben elaborarse normas, directrices y recomendaciones homogéneas, en colaboración con el Codex Alimentarius.