La producción vinícola francesa se colapsa

Por EROSKI Consumer 16 de septiembre de 2002

Mientras se está preparando en Francia, en la región de Beaujolais, la cosecha para el año 2002, unos 13 millones de botellas pertenecientes a la producción del año 2001 deberán ser destruidas, destiladas o convertidas en vinagre. El problema refleja un aumento de la producción de vinos cuando la demanda está bajando.

La Union Interprofessionalle des Vins du Beaujolais (UIVB), asociación de productores y comerciantes francesa formada para proteger y promover el producto de la región, ha asegurado que el total de botellas que se tendrán que eliminar equivale a 10 millones de hectolitros de vino, un 7% del total de la producción del año pasado. Michelle Rougier, directora de la UIVB, ha asegurado que «el vino es de grado tres, el más bajo. Su destrucción es necesaria para no dañar la imagen de la marca y por respeto al consumidor».

Desde la asociación acusan a la creciente popularidad de los vinos baratos de Europa Central, especialmente de los que proceden de Hungría y Bulgaria, del declive de la demanda hacia el vino Beaujolais. Los principales mercados de este productos son el Reino Unido, EEUU, Japón y Suecia, que en los últimos años han aumentado su demanda hacia el vino francés.

A pesar de la problemática, los viticultores de la zona de Beaujolais no han emprendido ninguna medida especial. Algunos han empezado a comercializar su propio vino, aunque no existe ningún plan coordinado para aumentar las ventas o para reducir la producción, algo que desde el sector afectado no se ha llegado ni siquiera a plantear.

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