Los expertos destacan la importancia de garantizar la inocuidad en el comercio de pescado
- Autor: Por xavi
- Fecha de publicación: martes 17 febrero de 2004
A pesar de estas cifras, la mayoría de estos países tienden a seguir exportando principalmente pescado sin elaborar. Según la FAO, existen obstáculos que pueden presentarse cuando se distorsionan medidas establecidas para salvaguardar la salud humana o proteger el medio ambiente, que requieren que las importaciones de atún garanticen la protección de los delfines durante la pesca, o que el pescado contenga menos de cierto porcentaje de alguna sustancia nociva. A menudo esta distorsión se da inadvertidamente, en especial en las cadenas comerciales complejas.
Para Lahsen Ababouch, jefe del Servicio de la FAO de Utilización y Mercadeo del Pescado, "esta clase de exigencias son perfectamente legítimas, y a menudo se establecen con objetivos muy importantes de protección de la salud humana y el medio ambiente". Como solución, la FAO apuesta por la elaboración transparente de normas y por la realización de programas de creación de capacidad y de asistencia técnica que ayuden a los países exportadores a adquirir las aptitudes, la especialización y el equipo necesarios para cumplir las normas.
"Es absolutamente necesario garantizar que la pesca y la acuicultura no dañen el medio ambiente, y que las poblaciones de peces silvestres no se exploten en exceso. Hay que garantizar la inocuidad de los productos pesqueros que consumimos -afirma Ababouch-. Pero para alcanzar estos objetivos la comunidad internacional necesita colaborar, y eso quiere decir ayudar a los países en desarrollo a incrementar su capacidad para satisfacer las exigencias de los países ricos, y asegurar que estas exigencias sean justas".
Etiqueta ecológica
Los expertos están estudiando normas parecidas en distintos lugares, con miras a asegurar que la pesca y la acuicultura no dañen el medio ambiente. En los sistemas de etiquetado ecológico, el pescado obtenido respetando determinadas directrices ecológicas se vende con una etiqueta especial. Al comprar pescado que lleve esa etiqueta el consumidor puede estar seguro de que ha sido pescado o producido en forma sostenible.
Para la FAO, un ingrediente decisivo para crear esta cadena de responsabilidad consiste en establecer sistemas de seguimiento, una forma de registrar cómo y dónde se criaron o pescaron los peces, y cómo y dónde se han elaborado. "Existe una relación directa entre un sistema de seguimiento y el etiquetado de alimentos -explica Hector Lupin, oficial de Industrias Pesqueras de la FAO-. Con buenos sistemas de seguimiento es posible etiquetar con mayor precisión los productos".