Placas solares

Su instalación permite a la larga ahorrar dinero y reduce las emisiones de CO2.
Por EROSKI Consumer 20 de agosto de 2003

La utilización de energías renovables, como la producida mediante placas solares, redunda en beneficio de todo el planeta y sus habitantes porque reduce el consumo de combustible. Tanto es así que varios ayuntamientos subvencionan a las empresas constructoras que coloquen equipos de captación de energía en la parte superior de los edificios nuevos.

Las placas solares se instalan normalmente en los tejados, ya que requieren zonas sin sombra y han de estar orientadas al sol del mediodía. Las más demandadas son las placas fotovoltaicas, capaces de generar electricidad. También se están empezando a utilizar placas solares térmicas, que sirven para obtener agua caliente de uso doméstico, calentar piscinas o para la calefacción.

La ultima generación de equipos térmicos se presenta como alternativa clara al butano, al gas natural o al gasóleo y esta basada en la combinación de las placas solares con bombas de calor. El sistema obtiene un gran rendimiento con el mínimo consumo energético y funciona las 24 horas del día aunque no haya sol.

Con la instalación de placas solares el ahorro energético y la consiguiente reducción del impacto medioambiental son considerables. Existen estudios que indican que más de 8.000 toneladas anuales de anhídrido carbónico dejarían de emitirse por cada 5.000 hogares que contaran con esta tecnología.

Además de las cuestiones relacionadas con la conservación del medio ambiente y el uso racional de la energía, como la vida útil de las placas supera los 30 años y son suficientes 6 para recuperar su coste, estos equipos se convierten en una interesante inversión.

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