Germen de trigo, fuente natural de antioxidantes

Destaca por la gran concentración de vitamina E que contiene, además de ser útil para el tratamiento de un tipo de diarrea del viajero
Por EROSKI Consumer 18 de abril de 2001
Img germen trigo
Imagen: Satoru Kikuchi

El uso común del germen de trigo como complemento dietético se debe a su riqueza extraordinaria en vitamina E, uno de los antioxidantes más potentes. Por otra parte, se ha determinado que contiene un tipo de proteínas, las lectinas, que impiden el crecimiento y el apego a la pared intestinal de parásitos causantes de un tipo de diarrea del viajero, la giardiasis, un mal que afecta a muchas personas que viajan a lugares tropicales.

Complemento nutritivo

El valor nutricional destacado del germen de trigo es su aporte de vitamina E antioxidante. Además, tras su análisis bromatológico, se determina el gran aporte nutritivo de este producto, dada su riqueza en proteínas, ácidos grasos esenciales (el cuerpo no los puede sintetizar y se han de obtener a través de la alimentación), vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6, ácido pantoténico) y oligoelementos como hierro, cinc, cobre, manganeso y cobalto.

Por su potencial antioxidante, el consumo de germen de trigo está indicado en particular para situaciones de mayor desgaste físico y en enfermedades degenerativas. Los antioxidantes tienen acción protectora celular frente a la agresión de los radicales libres generados en el propio organismo durante la respiración celular. Estos radicales libres aumentan en condiciones diversas, como la exposición a la contaminación ambiental, al tabaco, a los rayos UVA del sol sin protección o por la mayor respiración que exige el ejercicio físico intenso.

La vitamina E es necesaria para el mantenimiento y estabilidad de las membranas de todas las células. Los beneficios del consumo de este complemento dietético se notan de manera más marcada en caso de carencia relacionada con dietas inadecuadas o enfermedades que impiden la asimilación normal de los nutrientes, así como en circunstancias determinadas, cuando el organismo requiere un mayor aporte proteico. Es el caso del embarazo, durante el crecimiento, ante infecciones crónicas o hemorragias, entre otras.

Diarrea del viajero

En parasitosis intestinales, el consumo de yogures, leches fermentadas y germen de trigo como complemento dietético ayuda a la eliminación del parásito

La giardiasis, que debe su nombre al parásito «Giardia lamblia», es una gastroenteritis infecciosa que afecta cada año a cientos de viajeros y turistas durante las vacaciones a destinos tropicales y exóticos. Se puede considerar un tipo de diarrea del viajero, aunque su origen se debe, en ocasiones, a otros patógenos que crecen en alimentos o bebidas, como la cepa agresiva de la bacteria «Escherichia coli» o enterovirus como los del grupo Norwalk.

El cuadro se completa con náuseas, vómitos, retortijones y diarrea. El trastorno dura de tres a cuatro días y, en principio, no es grave, aunque el malestar que provoca puede trastornar las vacaciones. El tratamiento implica la reposición rápida y suficiente de líquidos y sales minerales (con bebidas isotónicas, suero de farmacia o suero oral casero) y una dieta suave, tanto en los alimentos -fáciles de digerir- como en las preparaciones de los mismos. En principio, no se recomienda tomar antibióticos ni otros medicamentos para cortar la diarrea, ya que es preferible que ésta siga su curso.

La prevención más segura de este trastorno es tener precaución con la comida y la bebida cuando se viaja lejos de casa. Una vez que se ha desarrollado, hay tratamientos naturales efectivos que combinan dietoterapia con fitoterapia. La dieta tiene como objetivo reducir los síntomas agudos de la infección por parásitos, bacterias o virus, y ayudar a eliminarlos. Esto se puede lograr con una alimentación baja en grasa, libre de lactosa y de azúcares refinados. En el caso de la giardiasis, el consumo de probióticos (yogures y otras leches fermentadas) y de germen de trigo como complemento dietético son dos formas que ayudan a la eliminación del parásito.

Germen de trigo y giardiasis

El N-acetil-D-glucosamina (NAG) es el principal componente estructural de los quistes del parásito Giardia. El germen de trigo contiene una lectina (aglutinina de germen de trigo o WGA) que se une de manera específica a los componentes del quiste e impiden que se peguen a la pared intestinal. Los preparados comerciales de germen de trigo contienen entre 13 y 53 microgramos por gramo de lectinas (WGA). En investigaciones «in vitro» se ha demostrado que la exposición de los quistes de Giardia a WGA inhibe la formación de quistes en más del 90% de los casos, al parecer, al interferir en el desarrollo de proteínas de la pared estructural.

En estos mismos ensayos, se ha constatado cómo el germen de trigo puede inhibir el crecimiento de los trofozoítos de Giardia, lo que impide la replicación y la enquistación. Los parásitos pueden tener dos formas o estados diferentes: el trofozoíto (estado proliferativo), que es la manera activa que el parásito adopta en ambientes favorables, y un modo enquistado, cisto o quiste (estado de reposo), más resistente, que se transforma cuando el medio ambiente es adverso y que pasa a través de las heces al exterior, donde sobrevive y contamina agua y alimentos.

Centros de investigación de Canadá y Perú han realizado un estudio (ensayo clínico doble ciego controlado con placebo) con 63 individuos infectados para evaluar la eficacia del germen de trigo en el tratamiento de la giardiasis humana. Un total de 25 pacientes asintomáticos consumieron germen de trigo (2 g o 1 cucharadita, 3 veces al día) o un placebo (2 g de almidón de maíz, 3 veces al día) durante 10 días. Otras 38 personas sintomáticas recibieron metronidazol, un antibiótico y antiparasitario, (250 mg tres veces al día) además de germen de trigo o placebo durante una semana.

En los pacientes asintomáticos que tomaron el germen de trigo, los quistes fecales y los trofozoítos se redujeron casi un 60% en comparación con el placebo, con una disminución importante en las siguientes 24 horas. En los sujetos con síntomas de infección, los quistes disminuyeron de manera rápida tras la administración de antibióticos, sin diferencias significativas entre los grupos que tomaron placebo o germen de trigo, aunque se confirmó una recuperación más rápida en el grupo que tomó el germen.

Las lectinas del germen de trigo no eliminan los parásitos, pero impiden su crecimiento y adherencia a la pared intestinal. Por ello, los autores señalan que en las cantidades estudiadas, el complemento de germen de trigo puede resultar terapéutico en caso de giardiasis (y potencialmente en otras parasitosis intestinales), como medida eficaz previa a la toma de antibióticos.

CÓMO TOMARLO

El germen de trigo constituye la parte viva del grano y contiene todos los constituyentes necesarios para el crecimiento de la futura planta. El producto para consumo humano se obtiene mediante la molienda del trigo puro y la posterior extracción y separación del germen del resto de componentes (cáscara, endospermo…). Es común encontrarlo en copos o granulado. Para su uso como complemento, se aconseja tomar de 1 a 2 cucharadas pequeñas al día. Se puede ingerir solo o añadirlo a los zumos de fruta o a las ensaladas. También admite su uso como ingrediente para realizar diversas recetas, como unas sabrosas galletas de avena y germen de trigo.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube