Santiago, 25 de julio, Día de Galicia

Visitar Santiago es degustar la excelente gastronomía que le caracteriza
Por EROSKI Consumer 20 de julio de 2006

El Día Nacional de Galicia o Día da Pátria Galega, es la fiesta oficial de la Comunidad Autónoma de Galicia. Se celebra el día 25 de julio, día de la festividad del Apóstol Santiago.

Los orígenes de esta celebración se remontan a 1919 cuando se acordó celebrar, a partir del año siguiente, el Día de Galicia. Muchas ciudades españolas organizan su propia fiesta gallega en honor a Santiago, donde toda la gente disfruta de la música y de la gastronomía de Galicia.

Disfrutar de este día en Santiago de Compostela

La fiesta de Santiago Apóstol que se celebra por todo el país se vive de forma especial si el visitante se acerca a tierras gallegas y más concretamente a Santiago de Compostela. Ya durante la noche anterior se lanzan en la plaza del Obradoiro espectaculares fuegos artificiales donde miles de personas disfrutan de una noche compostelana llena de luz y sonido. Al día siguiente es en la Catedral de Santiago donde comienzan los actos conmemorativos del Día del Galicia, con la tradicional ofrenda al Apóstol que incluye el espectacular vuelo del botafumeiro -un enorme inciensario que recorre de lado a lado el interior de la catedral-. Durante más de dos semanas que duran las fiestas se organizan actos musicales, deportivos y gastronómicos, sin olvidar las actividades dirigidas a los más pequeños como los teatros o las marionetas.

Gastronomía gallega

Visitar Santiago es degustar la excelente gastronomía que le caracteriza. Repletas de restaurantes están las calles que rodean a la catedral de Santiago y en todos ellos se pueden probar los manjares típicos que ofrece esta región.

Para calmar el apetito en cualquier momento del día se puede comenzar probando la auténtica empanada gallega. Ingredientes como carne, pescado, marisco, verduras, etc., pueden formar parte del relleno, ya que las variedades son infinitas, sin olvidar la manteca y el sofrito con el que se aderezan todas ellas. Otro de los aperitivos que con más frecuencia se sirve en Galicia es el pulpo. El pulpo cocido adobado con pimentón, sal y rociado de un buen aceite de oliva, es la mejor forma de tomar contacto con el marisco de esta región.

Una vez sentados en la mesa, la carta es de lo más llamativa y en muchos casos el turista elige los platos aconsejados en el restaurante. A pesar del calor que puede hacer durante el mes de julio merece la pena probar el cocido gallego o el lacón con grelos, dos platos populares y muy contundentes que no faltan en la carta de ningún restaurante. El lacón corresponde a las extremidades delanteras del cerdo y se toma cocido acompañado de patata, chorizo y grelos -brotes tiernos de las hojas del nabo-. Los grelos también se incluyen en el cocido gallego, sólo que en este caso se combinan con carne de cerdo, pollo, panceta, chorizo y patatas, entre otros ingredientes.

Una de las delicias que no se puede dejar de probar es el exquisito marisco de los mares y las rías gallegas. Nécoras, percebes, almejas, ostras, centollos, langostas, bogavantes o vieiras, son algunos de los manjares que se ofrecen siempre acompañados de una copa de vino blanco que realza aún más sus cualidades.

Para terminar una comida se recomienda probar las filloas, una especie de crepes rellenos de miel, azúcar, crema o mermelada. También son postres típicos el queso de tetilla o la popular tarta de Santiago, elaborada con almendras.

La copa de aguardiente puede ser una opción para los más atrevidos. Esta bebida de alta graduación está muy presente después de las comidas y las cenas. Se puede tomar solo, con café o en queimada. En esta última, al aguardiente se le añade azúcar, cortezas de limón y unos granos de café, y se prepara en un recipiente de barro mientras se queman sus ingredientes.

La Catedral de Santiago, meta de los peregrinos

Esta celebración con marcado carácter religioso adquiere aún más importancia para los miles de peregrinos que año tras año recorren los distintos caminos que llevan a Compostela para visitar la tumba del Apóstol. Es por este motivo que muchos peregrinos intentan hacer coincidir el final de su trayecto con el 25 de Julio para culminar, así, su peregrinar en una fecha tan señalada y contribuir con ello al ambiente festivo que se vive en la ciudad. Como recuerdo de la ciudad se pueden adquirir objetos de artesanía por todas las tiendas y puestos callejeros que rodean a la catedral. Santiago siempre fue una ciudad de artesanos y como muestra de ello está la orfebrería, la talla en madera, la cerámica, etc.

En definitiva el 25 de julio es una fecha excepcional para culminar la peregrinación a Santiago, así como un destino maravilloso para todo el que elige Galicia como lugar de vacaciones.

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