¿Tendré que pagar al banco por mi dinero?

Es muy difícil que los clientes tengan que abonar a las entidades por sus depósitos, pero sí que sufrirán el incremento de las comisiones y gastos de gestión que conllevan estos productos
Por José Ignacio Recio 14 de octubre de 2016
Img calculator 3855061280
Imagen: stevepb

¿Tendré que pagar al banco por guardar mi dinero? Es la gran pregunta que muchas personas se hacen ante la notable bajada de rendimiento de los principales productos destinados para el ahorro, como imposiciones, pagarés bancarios y planes de ahorro. La cuestión no es baladí. Y es que ya hay productos de ahorro que ofrecen un tipo de interés negativo desde hace algunos meses. Entonces ¿las entidades cobrarán a sus clientes por sus depósitos? En este artículo se desvela el dilema.

Imagen: stevepb

Uno de los productos que más ha recogido del tipo de interés negativo son las imposiciones a plazo, un producto tradicionalmente vinculado a los ahorros de las familias españolas. Hoy, los depósitos apenas llegan al 0,25%. La duda que queda ahora es si se tendrá que pagar por guardar los ahorros.

¿Tendré que pagar por los depósitos?

Los bancos están empezando a cobrar por sus depósitos a plazo a las grandes empresas, como una estrategia para trasladar los costes negativos que se les imponen desde el Banco Central Europeo. Aunque de momento esta medida no se ha trasladado a los clientes, sí que les podrá repercutir en la contratación de los principales productos para el ahorro, y no solo en los depósitos, sino también en los pagarés bancarios.

Estos productos se comercializan en la actualidad bajo un rendimiento mínimo, pero con rentabilidad, al fin y al cabo. Se mueven en una franja muy estrecha que va del 0,10% al 0,25%, en función del modelo elegido y de su plazo de permanencia.

Por suerte, es poco probable que el cliente tenga que pagar dinero por ellos. El motivo es que la política monetaria de la Unión Europea no puede seguir abaratando el precio del dinero, porque ha llegado a su límite máximo.

En todo caso, y si se confirma la recuperación en la zona del euro y no hay tensiones inflacionarias, cambiaría la tendencia con la consiguiente subida de tipos. Esto repercutiría de forma favorable en el rendimiento de estos productos bancarios.

No obstante, no se espera un movimiento brusco en sus rendimientos. Tendrán que pasar muchos años para que las imposiciones alcancen unos márgenes mínimamente aceptables para los usuarios.

Incremento en gastos y comisiones

Los tipos negativos no salen gratis a los ahorradores. Si bien no tienen que abonar por los ahorros de toda la vida, sí se están aplicando otros gastos adicionales. Entre ellos, está elevar los de gestión y mantenimiento de estos productos; es decir, más comisiones por tener los ahorros guardados en las entidades financieras.

/imgs/2016/10/comisionesbancos.jpg

Las imposiciones a plazo tienen unas condiciones más duras de suscripción. Una primera diferencia puede observarse en las comisiones de cancelación anticipada, parcial o totalmente, que han visto como en los últimos meses aumentaban sus márgenes comerciales, hasta alcanzar el nivel del 2%.

¿Y las cuentas de ahorro? También son más caras. Y solo hay una forma de evitarlo: vincularse más con el banco por medio de la domiciliación de la nómina o la contratación de otros productos.

¿Por qué los depósitos apenas ofrecen rentabilidad?

Este producto para el ahorro se encuentra estancado como consecuencia de las decisiones macroeconómicas en la Unión Europea. Este mismo año, el Banco Central Europeo decidió dar un nuevo giro a su política monetaria. ¿De qué forma? Bajando el tipo de interés hasta el 0%, algo que no se había visto en la ya larga vida de la zona comunitaria. El motivo es combatir la deflación y generar mayor crecimiento.

La medida es muy positiva para la contratación de cualquier vía de financiación (créditos personales, hipotecas, etc.), pero no lo es tanto para el ahorro. Y es que esto ha afectado directamente a los modelos de ahorro de toda la vida, que han tenido que rebajar sus márgenes, hasta llevarlos a terreno de nadie, con rendimientos en cualquier caso inexistentes. Y los bancos trasladan esta decisión del banco emisor europeo a los propios clientes.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube