Antonio González, miembro de la Junta de Gobierno de la Coordinadora de ONG de Desarrollo (CONGDE) y coordinador general de Médicos del Mundo, cree que es necesario hacer pedagogía entre los ciudadanos. A menudo, el concepto de Organización No Gubernamental se confunde o se engloban en él un tipo de organizaciones alejadas del tradicional carácter solidario de estas entidades. No obstante, no discrepa del apellido “no gubernamental”, puesto que no está reñido con recibir fondos públicos, que “son de la ciudadanía, no de los gobiernos”. Más en tiempo de crisis, cuando han disminuido las partidas destinadas a cooperación, si bien la colaboración ciudadana se mantiene y el voluntariado es una constante.
“No hay un ‘verdadero’ significado de ONG porque no existe esa figura desde un punto de vista formal”
De manera habitual, la ciudadanía comparte una imagen general de qué se entiende por una ONG. Asocia el término con organizaciones de carácter solidario y, principalmente, con aquellas que trabajan en crisis humanitarias, luchan contra la pobreza y sus causas, dan apoyo a las poblaciones más desfavorecidas o trabajan en la defensa de los derechos humanos y medioambientales. Pero lo cierto es que no hay un “verdadero” significado de ONG porque no existe esa figura desde un punto de vista formal, ni jurídica ni administrativamente. Es necesario recurrir a explicar su origen y diversidad y siempre resulta complejo, desde el punto de vista de la comunicación, establecer diferencias y “perímetros” que incluyan o excluyan de la categoría a unas u otras organizaciones. Como consecuencia, el término se utiliza de manera diversa y puede inducir cierta confusión.
El hecho de ser una Organización No Gubernamental o No Lucrativa no implica necesariamente que esa organización responda al patrón que la mayoría entiende como ONG (organizaciones cuya misión se orienta hacia la solidaridad, en alguna de sus expresiones, y que aglutina a un grupo de ciudadanos alrededor de unos valores relacionados con el bien común). Por lo tanto, efectivamente, puede haber organizaciones que se definan como ONG y que no cumplan con ese perfil mayoritariamente aceptado como referente de lo que es una ONG.
“Lo que prima por encima de todo en nuestras organizaciones son los valores de la solidaridad, la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos”
Perfectamente. Ser “no gubernamental” quiere decir que no formas parte de las instituciones del Gobierno, que tu actuación responde a tu misión y valores, incluso cuando esto implique ser crítico con la acción de los poderes públicos o señalar las necesidades sociales no cubiertas por el Gobierno. Los fondos a los que acceden las ONG son fondos públicos, es decir, son de la ciudadanía, no de los gobiernos. Los gobiernos gestionan los recursos y, como gestores de los bienes públicos, debemos exigir que lo hagan de manera responsable y coherente con sus compromisos. Las ONG, como expresión de ciudadanía organizada, tienen toda la legitimidad para canalizar esos fondos públicos.
Otra cosa distinta es que entendamos que, como medida de independencia y buen gobierno, una organización debe tener una financiación diversificada y no depender mayoritariamente de un único financiador, sea este público o privado. La herramienta de transparencia y buen gobierno de la Coordinadora de ONG de Desarrollo, precisamente, establece criterios e indicadores que deben cumplir las organizaciones y la diversificación de su financiación es uno de estos indicadores.
Ser gubernamental no tiene que ver con recibir financiación pública. Si fuera así, un importante número de empresas, instituciones sociales y políticas deberían considerarse gubernamentales. En todo caso, la redefinición de la denominación ONG no es algo que nos preocupe. De hecho, podemos hasta plantearnos nuevas denominaciones que describan con mayor rigor el trabajo que hacemos en un contexto globalizado e interconectado como el actual. La transformación y la adaptación a los nuevos tiempos forma parte de nuestro hacer. Lo que prima por encima de todo en nuestras organizaciones son los valores que, como sociedad civil, compartimos, valores que pasan por la solidaridad entre los pueblos, la justicia internacional y la defensa de los derechos humanos.
“El uso generalizado o abusivo del término ONG provoca equívocos”
La principal consecuencia es una cierta confusión. Las ONG pueden estar constituidas jurídicamente como asociaciones o fundaciones, pero no todas las asociaciones o fundaciones pueden considerarse ONG en el sentido más aceptado. Además, hay diversos registros públicos en los que se pueden acreditar características específicas, como el registro de ONG de Desarrollo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Al final, se complican y multiplican los requisitos para las organizaciones, se producen equívocos por el uso generalizado o abusivo del término y resulta compleja la comunicación a la ciudadanía.
“Las ONG de Desarrollo trabajamos para que los países empobrecidos lideren sus propios procesos de desarrollo”
Había necesidad de ser más preciso y poder establecer una comunicación que sea clara y que la ciudadanía pueda entender qué hay detrás de esas siglas. Es un intento de definir unas señas de identidad compartidas, que puedan explicarse con sencillez. Lo que nos diferencia con respecto a otras ONG es que las ONG de Desarrollo trabajamos para que los países empobrecidos lideren sus propios procesos de desarrollo, para mejorar las condiciones de vida de millones de personas, de forma que nacer o vivir en un sitio u otro no suponga diferentes condiciones y opciones de vida. Por eso somos organizaciones de desarrollo, un desarrollo que sitúa a la persona como centro de nuestro trabajo, por encima del puro crecimiento económico de los mercados. Las ONG de Desarrollo aglutinadas alrededor de la Coordinadora comparten un ideario, unos valores y una visión que puede comunicarse con sencillez y favorece la comunicación y participación de la ciudadanía. Por eso nos parece importante lo que significa la “D” de Desarrollo y nos gusta decir que “las ONG de Desarrollo hacen mucho más de lo que te imaginas”.
Posiblemente no lo suficiente, pese a que explicar y dar a conocer las diferencias y significados de estos y otros conceptos es una tarea importante. El término ENL es, básicamente, un término de carácter económico que define a las organizaciones que no buscan el lucro, pero en esta categoría figuran organizaciones tan dispares como asociaciones empresariales, profesionales o un club deportivo. El término Organizaciones Sociales también es muy amplio y puede englobar desde organizaciones sindicales a asociaciones de vecinos. En realidad, explicar qué hacemos unas organizaciones y otras y qué nos diferencia forma parte de nuestro quehacer diario.
“Aunque los fondos públicos dedicados a cooperación han disminuido, la colaboración ciudadana, a pesar de la crisis, se mantiene”
Por supuesto, toda organización transmite valores tanto en lo que dice como en lo que hace. Como ONG de Desarrollo, somos parte de una ciudadanía global que cree y trabaja por un mundo más justo y solidario, por un sistema que no favorezca a los mercados, sino que garantice los derechos humanos de las personas que habitan el planeta. Y esto es especialmente importante en un momento como el actual, en el que la crisis golpea con dureza a las personas más vulnerables. Ahora más que nunca debemos apostar por estos valores y exigir que nuestros gobiernos cumplan sus compromisos de lucha contra la pobreza. Estos valores y el trabajo de transformación y cambio social en su defensa y promoción son las señas de identidad de las ONG de Desarrollo.
La crisis nos ha afectado como a todos los sectores de la sociedad. Pero curiosamente, aunque los fondos públicos dedicados a cooperación han disminuido, la colaboración ciudadana, a pesar de la crisis, se mantiene. Es muy importante destacar esto porque, sin duda, la población española es solidaria. A pesar de un momento como el que vivimos en nuestro país, las personas colaboran con las ONG. Hay personas que se han visto obligadas a reducir su colaboración económica, pero algunas incluso han aumentado su tiempo de colaboración. La solidaridad española se mantiene a pesar de la crisis.
“El voluntariado es una constante en nuestra sociedad que se fortalece aún más en tiempos de crisis”
Sin duda, el voluntariado es una constante en nuestra sociedad que se fortalece aún más en tiempos de crisis. Esta es una gran fortaleza de nuestra sociedad que debemos promover e impulsar en un proceso de desarrollo de una ciudadanía crítica, transformadora y solidaria. De hecho, podemos proponer, para empezar, una visita a algunas de las páginas web donde encontrar información sobre cómo colaborar (www.thehumansgroup.com), sobre el trabajo de las organizaciones de desarrollo (www.congde.org) o algunos vídeos explicativos sobre nuestra visión del desarrollo (www.youtube.com/coordinadoraongd). ¡Seguro que resultará interesante y apasionante!
