El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado que unos 8.500 refugiados burundeses que huyeron de su país en 1972, y que permanecen en Tanzania, serán reasentados este año en Estados Unidos.
El primer grupo de 88 refugiados partió el pasado viernes de Nairobi (Kenia) y se espera que un total de 3.000 viajen a varias ciudades estadounidenses, como Atlanta y Phoenix, en los próximos cuatro meses.
El caso de los refugiados burundeses es uno de los más largos de la historia y su reasentamiento es la única solución viable para la mayoría de ellos.
Hace 35 años miles de burundeses huyeron del conflicto étnico que estalló en su país y se cobró la vida de 200.000 personas. Sus principales destinos fueron entonces la República Democrática del Congo y Ruanda, pero los conflictos en estos países les obligaron a irse a Tanzania.
ACNUR ve imposible que la repatriación de esos refugiados a Burundi fuera exitosa tras tantos años de exilio. «En ciertos casos, los refugiados son vistos como extraños y nunca serían integrados plenamente», señala Jennifer Pagonis, portavoz de la organización.
Actualmente Tanzania acoge a un total de 276.000 refugiados, principalmente burundeses y congoleños.