El colapso de los sistemas básicos de saneamiento amenaza la salud de 200.000 personas en Gaza

Se ha suspendido el bombeo de aguas residuales en la planta de tratamiento de Beit Lahia
Por EROSKI Consumer 10 de abril de 2007

Tres millones de litros cúbicos de aguas residuales amenazan la vida de miles de personas, así como la salud pública y el medio ambiente en el norte de la franja de Gaza, según denuncia Acción contra el Hambre.

La ONG señala que 14 días después de que un «pequeño tsunami» de aguas residuales arrasara el pueblo beduino de Umm Al Nasser, unas 200.000 personas han visto suspendida su conexión al sistema de tratamiento de las mismas, con lo que la salud pública podría verse gravemente afectada.

Por el momento se ha suspendido el bombeo de aguas residuales en la planta de tratamiento de Beit Lahia, con lo que los pueblos de la zona se han quedado sin servicio. Si el problema no se soluciona las aguas residuales correrán sin control por las calles de estas localidades, advierte la ONG.

«Las consecuencias para la salud de la población son inmediatas. Más de la mitad de los niños en el pueblo beduino de Umm Al Nasser están empezando a tener problemas digestivos, derivados de la presencia de parásitos, y están apareciendo numerosas infecciones cutáneas y alergias por la gran cantidad de mosquitos que encuentran un hábitat ideal en este agua», explica el responsable de agua y saneamiento de Acción contra el Hambre, Pablo Alcalde. Al mismo tiempo se están registrando enfermedades respiratorias por los gases que desprenden las aguas estancadas.

Xavier Jené, coordinador de la operación de emergencia, dice que se están reforzando los muros de la laguna de control de vertidos en riesgo y al mismo tiempo construyendo otra laguna alternativa cercana para poder transferir los vertidos desde la laguna en riesgo de colapsarse a la nueva.

«La construcción de una nueva laguna de infiltración toma más tiempo, pero hemos sido capaces de habilitar un área preliminar de 4.000 metros cuadrados desde la que se está bombeando el agua residual desde la gran laguna en riesgo de colapso, lo que permitirá que se restablezcan los servicios de saneamiento de miles de personas», señaló Jené.

Acción contra el Hambre, que trabaja en los territorios ocupados desde 2002, alerta desde hace meses sobre el impacto que la crisis económica, derivada del recrudecimiento del conflicto desde la segunda intifada, está teniendo sobre la situación humanitaria de la población palestina más vulnerable.

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