La cantidad de personas que viven al borde de la emergencia en África se eleva a 220 millones, casi el doble que hace dos años, según revela un informe de la organización benéfica CARE Internacional divulgado a menos de una semana de la cumbre sobre la pobreza de Nueva York.
La ayuda de emergencia para el continente africano sigue llegando muy tarde, es de corto plazo, y se concentra demasiado en salvar vidas en lugar de dar a la población la capacidad de recuperarse, indica el informe, titulado «Vivir al borde de la emergencia-Pagando el precio de la inacción».
«La falta de acción del mundo frente a la emergencia alimenticia ha resultado costosa y es la gente más pobre quien está pagando el precio», declaró Geoffrey Dennos, director ejecutivo de la . «Los gobiernos, Naciones Unidas, donantes y agencias de ayuda deben ofrecer reformas estructurales de largo plazo que protejan a los más vulnerables y generen capacidad de resistencia frente al alza de precios, sequías y otras sacudidas», agregó.
Cumbre de la ONU
El viernes de la próxima semana se celebrará en Nueva York una nueva cumbre de Naciones Unidas dedicada a la lucha contra la pobreza, una de las claves de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015.
En este encuentro se analizarán, entre otras cosas, los elevados precios de los alimentos básicos, que han subido una media del 83% en los últimos tres años; el cambio climático, que ha golpeado severamente a algunos de los países más pobres del mundo; la producción de biocombustibles, y el aumento de la urbanización.
Geoffrey Dennos instó a los participantes en la cumbre a «asegurar que el sistema de ayuda pueda estar a la altura de la crisis alimenticia global o medir los costos en miles de millones de fondos de emergencia desperdiciados, y el sufrimiento de millones de personas presionadas al límite y más allá de una emergencia innecesaria».
