Más de ocho millones de niños de todo el mundo viven internados en orfanatos o residencias infantiles, según un informe dado a conocer ayer por la organización no gubernamental Save The Children. En España, la cifra se sitúa en más de 15.000.
Este informe, titulado «Un Último Recurso», revela que el acogimiento residencial sigue siendo el primer modelo utilizado para la atención a los niños separados de sus padres en muchas partes del mundo. «Son niños que sufren la pobreza, que son víctimas de conflictos armados, afectados por el sida y menores discapacitados, entre otros», afirma la ONG.
Aunque en España se prioriza el acogimiento familiar, casi la mitad de los menores tutelados viven en residencias, explica Save The Children, que agrega que según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales durante 2002 hubo 7.020 altas de menores en residencias, frente a las 4.161 en familias de acogida.
Entre las causas de los ingresos en estos centros, la organización humanitaria apunta a las malas relaciones familiares, las dificultades económicas, la incapacidad de los padres o la llegada de menores inmigrantes no acompañados.
Bulgaria y Rumanía son los países con mayor acogimiento público. En Rusia, concretamente, el 1% de los niños vive en centros infantiles, orfanatos, hogares para discapacitados y hospitales.
En China, el número de niños en residencias infantiles es mucho menor de lo que cabría esperar. Así, en 1993 dicho país contaba con tan sólo 63 orfanatos registrados, pero menos de la mitad de los niños chinos internados en instituciones están en unidades especializadas para la infancia, siendo todavía posible encontrar menores junto a adultos discapacitados, personas con enfermedades mentales y ancianos, según el informe.
En África, los conflictos armados y el sida han causado un gran aumento del número de niños en acogimiento residencial. Las últimas estimaciones cifran en 34 millones los niños huérfanos menores de 15 años en el África subsahariana, lo que equivale al 12% de la población infantil.
El informe de Save The Children concluye indicando que los problemas a los que se enfrentan los menores ingresados en centros de acogida son, entre otros, la falta de preparación para la vida futura al abandonar la institución y la estigmatización dentro de la comunidad local.
