Setem pide el fin de la técnica empleada en la fabricación de vaqueros desgastados

El sandblasting provoca silicosis, una enfermedad profesional ocasionada por la sílice de la arena
Por EROSKI Consumer 3 de marzo de 2011

Setem ha pedido el fin de la técnica empleada en la fabricación de vaqueros desgastados, denominada sandblasting, ya que este sistema provoca silicosis en los trabajadores que la aplican. La federación, formada por diez ONGD, lidera en nuestro país la campaña internacional «No Sandblasting», que reclama también a las marcas de moda que indemnicen de forma adecuada a los trabajadores y sus familias afectados por la citada enfermedad. Esta campaña, que ya ha comenzado en otros 14 países europeos, incluye, entre otras actividades, acciones de calle, recogida de firmas y una gira de conciertos del grupo turco Bandista.

El sandblasting consiste en aplicar un chorro de arena sobre la tela vaquera para lograr una apariencia desgastada. Este método está prohibido en Europa desde 1966 por provocar silicosis, pero es lícito en otros países como Bangladesh, China, Pakistán, India o Siria. La silicosis es una enfermedad profesional ocasionada por la sílice de la arena, muy conocida en la minería, pero aún no reconocida en la industria textil.

Según indica Setem, los mineros tardan 20 años en mostrar esta enfermedad, sin embargo, los trabajadores del sandblasting «caen enfermos en sólo seis meses». Por ello, la Campaña Ropa Limpia («No Sandblasting») «cree urgente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) incluyan el sector textil en su Programa Internacional sobre la Eliminación de la Silicosis Mundial».

Turquía es uno de los países más afectados por el sandblasting. Los informes médicos procedentes de este país relacionaron la producción de vaqueros con sandblasting con la silicosis, ya que, antes, a los trabajadores afectados se les diagnosticaba, erróneamente, tuberculosis. En la actualidad, «se estima que cerca de 5.000 empleados del sandblasting están afectados de silicosis, una enfermedad crónica que les impide trabajar y hacer vida normal. De ellos, al menos 46 han fallecido», indica la federación de ONGD. El sandblasting se prohibió en Turquía en 2009.

Setem destaca que importantes firmas ya se han comprometido a prohibir el sandblasting en su cadena de producción. «No obstante, no han informado aún de qué medidas usarán para vigilar el cumplimiento de esta prohibición», agrega.

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