Trabajar en una ONG, ¿en oficina o en terreno?

Cada puesto requiere una formación específica y unas destrezas particulares, además de dominar algún idioma extranjero
Por Azucena García 27 de mayo de 2011
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Imagen: DFID - UK

Trabajar en una ONG supone un sinfín de posibilidades. Es posible desempeñar tareas en las sedes centrales y autonómicas radicadas en España o desplazarse miles de kilómetros para trabajar en un país del Sur. En ambos casos se requiere una formación específica, que varía según el puesto que se cubra. Son necesarias unas habilidades concretas y, a menudo, quienes viajan fuera deben dominar un idioma extranjero, sobre todo, inglés o francés.

Trabajar en oficina

Numerosas ONG publican las ofertas de puestos vacacantes en sus propias páginas web. Abren un espacio de comunicación directa con las personas interesadas, para que a través de sus portales envíen sus currículos, bien para cubrir un puesto que se ofrece o para tener en cuenta su candidatura en futuras selecciones de personal. Pero las tareas varían, en ocasiones bastante, en función del lugar donde se desarrolle el trabajo. No es lo mismo trabajar en una oficina en el propio país, que hacerlo en terreno en el extranjero.

Son fundamentales la motivación, el nivel de compromiso con la ONG y la capacidad de trabajo en equipo

Un aspecto importante es que, de manera independiente al destino, todo el personal comparta la misma motivación y nivel de compromiso con la entidad. Así lo estiman en Médicos sin Fronteras. Esta ONG busca personas “con experiencia, formación, madurez, sentido de la responsabilidad y sociabilidad”, que sean “flexibles y profesionales, dispuestas y comprometidas” con la labor que la entidad lleva a cabo. “Sumarse al equipo de MSF en las oficinas supone comprometerse con los valores y principios de la organización, además de asumir las responsabilidades propias de cada puesto de trabajo”, precisan.

Para trabajar en las oficinas de MSF, se buscan personas que, además de lo anterior, tengan capacidad de crítica constructiva. Respecto a la experiencia, en cualquier ONG se valora la formación, sobre todo, cuando se han cursado estudios específicos sobre gestión de este tipo de entidades. La profesionalización de las ONG es una realidad. Pero además es muy positivo tener conocimientos en las áreas específicas de trabajo de la organización. MSF valora el trabajo en el área médica, logística, financiera, administrativa, de recursos humanos, operaciones, comunicación y organización.

En la lucha contra la pobreza en el mundo, Intermón Oxfam cuenta con un equipo compuesto por más de 600 personas. Quienes quieran trabajar con ellas deben apoyar a las poblaciones desfavorecidas, ayudar a erradicar la injusticia y la pobreza, “para lograr que todos los seres humanos puedan ejercer plenamente sus derechos y disfrutar de una vida digna”. Éstas son las máximas de la entidad. Da la opción de acceder a alguna de las plazas vacantes y, en caso de que ninguna se adapte a los intereses de los solicitantes, es posible inscribirse en el portal para conocer información puntual de los empleos libres.

Por el contrario, Survival recuerda que no conserva los currículos que se envían cuando no hay procesos de selección abiertos, en los cuales se pide a los candidatos el currículo, una carta de motivación y un cuestionario que se facilita en su momento. La Fundación Vicente Ferrer los conserva durante un periodo de seis meses.

Qué labores se desempeñan en la oficina de una ONG

En general, el trabajo en una oficina requiere prestar apoyo técnico, en la gestión y supervisión de los distintos proyectos en terreno, ya que se establece una labor coordinada para dar la respuesta más eficaz en cualquier ámbito. Son frecuentes también las tareas de logística, labores relacionadas con la cooperación internacional, acceso a subvenciones y captación de socios y de fondos. Esta última es una de las principales misiones de la Fundación Vicente Ferrer en España: “sensibilizar a la población y captar los fondos necesarios para asegurar la continuidad del programa de desarrollo en la India”.

El trabajo en oficina requiere apoyo a proyectos en terreno, captación de socios y de fondos, tareas de logística y administración u otras muy específicas

Pero sobre todo se valora la capacidad de trabajo en equipo, más cuando los puestos de oficina requieren la gestión y dirección de la propia delegación. En otras ocasiones, se desempeñan tareas de administración, mediación lingüística e intercultural, desarrollo de planes estratégicos y operativos, además de prestar apoyo a los usuarios que la organización tenga en nuestro país.

Otras organizaciones, como Amnistía Internacional, se centran en acciones muy específicas, en este caso, en defensa de los derechos humanos. El trabajo en esta entidad requiere una tarea de investigación, elaboración de recomendaciones, movilización, protección de quienes defienden los derechos humanos y están “en peligro inminente”.

En cuanto a los técnicos de proyectos, se encargan de las convocatorias, justificación y seguimiento de los programas, además de crear las plantillas de los mismos, destaca la Fundación Vicente Ferrer. Los asistentes de dirección dan soporte al director general de la entidad, le ayudan con su agenda y trámites administrativos, junto con tareas habituales de esta figura.

Trabajar en terreno

Trabajar en terreno

Trabajar en terreno no es peligroso, pero sí requiere precaución y, en ocasiones, se deben cumplir unos horarios, llevar siempre consigo un teléfono o radio de contacto, conducir solo por determinadas carreteras o contar con un chófer local que conozca el terreno. Es frecuente que las ONG contraten un seguro de vida y de accidentes en los puestos en el exterior.

Los puestos en terreno exigen una formación muy específica, competencias claves y hablar un idioma extranjero

En el caso de MSF, los cargos en terreno exigen una formación muy específica, ya que se contrata a médicos, enfermeros, matronas, técnicos de laboratorio, farmacéuticos, psicólogos, nutricionistas, epidemiólogos, logistas, financieros, administradores, coordinadores, expertos en Derecho Internacional Humanitario, en análisis de contextos o en educación para la salud. Y los requisitos no acaban aquí, puesto que se pide a cada persona interesada que tenga el título correspondiente, un mínimo de dos años de experiencia laboral en su especialidad, una disponibilidad mínima de 12 meses (tres meses para anestesistas y cirujanos) y conocimientos básicos de informática. Además, se valora de manera especial la experiencia con otras ONG o en países en vías de desarrollo. La idea es que el personal sea “polivalente y con competencias claves”.

En cuanto a los idiomas, a menudo se establece como requisito contar con un alto nivel de conocimiento de inglés y/o francés. Mientras que el personal local conoce el idioma propio del lugar de destino, en algunos países, se habla un segundo idioma que conviene dominar o, al menos, usarlo para vehiculizar la comunicación con las instituciones y con el resto del personal de la zona. Para trabajar en UNICEF, se debe dominar el inglés y otro idioma de trabajo de Naciones Unidas, como árabe, chino, francés o ruso. Se valora, por supuesto, el conocimiento del idioma local de la oficina de destino.

Qué labores se desempeñan en terreno con una ONG

En los proyectos de desarrollo, especifica Médicos del Mundo, la estancia oscila entre seis meses y un año, aunque en la atención de emergencias este periodo es variable, según las circunstancias y las necesidades. Una de las tareas más destacadas es la del jefe de misión o coordinador de país, que “es el máximo representante” de la organización en el lugar donde se desarrolla el proyecto. Se encarga de las relaciones institucionales de la organización con las autoridades locales y de las relaciones entre la sede operativa y el terreno, detalla la citada entidad.

Son destacadas las tareas de los jefes de misión o coordinadores de país, logistas y administradores

Otros puestos reclamados en terreno son los de logistas y administradores, ya que es básico hacer un uso adecuado de los materiales y contar con infraestructura, junto con una correcta organización económica, para que los proyectos y programas cumplan los presupuestos previstos y se solvente cualquier contratiempo en este sentido.

Acción contra el Hambre completa la lista con los jefes de base, responsables de la actividad general de una base (oficinas ubicadas en las zonas, pueblos o regiones donde se ejecutan los proyectos); jefes de proyecto, responsables de la ejecución de un proyecto específico; técnicos especialistas; y coordinadores técnicos, encargados de los proyectos de un área técnica concreta (agua y saneamiento, salud, etc.).

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