Detractores de las patentes de software solicitan que se impida «urgentemente» la firma de la directiva que favorece la patentabilidad

Consideran que el texto debatido el mes pasado está "diseñado para confundir a los ministros" sobre los efectos de las patentes de los programas informáticos
Por EROSKI Consumer 9 de junio de 2004

Un grupo de entidades contrarias a las patentes de software, entre las que se encuentran la Asociación de Internautas (AI), Comisiones Obreras (CC.OO.), Hispalinux y la Asociación de Técnicos de Informática (ATI), ha pedido a gobiernos y parlamentos nacionales de varios países europeos que impidan «urgentemente» la firma de la propuesta de directiva comunitaria que favorece las patentes de los programas informáticos.

Estas organizaciones advierten en una carta de que los gobiernos europeos «están a punto» de firmar una propuesta de directiva a favor de la patentabilidad y aplicabilidad ilimitada de las patentes de algoritmos y métodos de negocio implementados en ordenador, después del acuerdo al que llegó el Consejo de Ministros de la UE del 18 de mayo, con el voto en contra de España.

A su juicio, esta situación ha venido provocada por «maniobras diplomáticas bastante cuestionables», motivo por el cual piden a la Presidencia del Consejo «retirar la votación» de esta directiva de la agenda de su próxima sesión, así como quitar «el dossier de manos de la burocracia de las patentes y reinstaurar el escrutinio político sobre el impacto del texto propuesto».

Los detractores de las patentes defienden un «consenso general» entre economistas y profesionales del sector del software sobre lo «desastroso» de las patentes informáticas «para la innovación, la competencia y el crecimiento de la economía basada en la información». Además, consideran que el texto debatido el mes pasado está «diseñado para confundir a los ministros acerca de sus verdaderos efectos», y denuncian que los moderadores de la sesión del Consejo de Competencia «presionaron a los participantes para aceptar la propuesta mediante el engaño y tácticas sorpresa, haciendo cuestionable que se alcanzase una mayoría cualificada».

Finalmente, critican que el Consejo haya «ignorado todo el trabajo del Parlamento y los órganos consultivos de la UE sin ninguna justificación ni legitimidad democrática», y aseguran que el texto fue negociado «bajo un velo de secretismo entre oficiales anónimos de los ministerios».

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