Anclaje de tuberías

Las tuberías a la vista se anclan a paredes, suelos y techos mediante unas abrazaderas, mientras que las tuberías empotradas se fijan con cemento y yeso
Por EROSKI Consumer 18 de septiembre de 2002
Img sujetar tuberias exterior
Imagen: smlp.co.uk

Para anclar o fijar las tuberías a paredes, techos o suelos, se utilizan unas abrazaderas o collares que, además de sujetar el tubo, lo conducirán como si fuera una guía en la dirección trazada. Estas abrazaderas están compuestas, en general, por dos semiarcos metálicos. Si la tubería es de PVC, cabe la posibilidad de utilizar abrazaderas de plástico, ya que permiten la dilatación lineal de los tubos. Estas sujeciones se pueden utilizar en todo tipo de tubos: cobre, PVC, flexibles, de agua a presión, evacuación o exteriores, entre otros. Respecto a las tuberías empotradas, se fijan mediante la misma obra de albañilería.

Cómo sujetar las tuberías a la vista

Cuando se realiza el trazado por donde discurrirán las tuberías y se establece que queden a la vista, hay que tener en cuenta que es más estético un tramo de tubos horizontal o vertical, que uno oblicuo o curvo.

Tras trazar la trayectoria que seguirá el tubo, se calculan las abrazaderas necesarias para su anclaje. Para ello, hay que saber la medida del trazado y la anchura y peso de las tuberías. Además, es necesario establecer la distancia que se debe dejar entre una abrazadera y otra.

A continuación, se marca el lugar donde se atornillará cada collar, se perforan los agujeros necesarios y se coloca un taco en cada uno.

Una vez realizada la conexión de las tuberías, solo queda colocar las abrazaderas, de modo que la parte inferior de las mismas ajuste bien el tubo y la superior quede fija al muro con unos tornillos.

Anclar las tuberías empotradas

Las tuberías que se empotran y ocultan en canalizaciones realizadas en paredes, suelos y techo, se fijan mediante la misma obra de albañilería, entre el cemento y el yeso de la construcción.

Las tuberías que se empotran se fijan entre el cemento y el yeso de la construcción

El canal donde se alojarán los tubos no debe ser muy profundo, ya que en caso de avería o cambios en la instalación, la localización de la tubería sería compleja. Para tener una referencia, basta con que la canalización tenga entre 10 y 15 centímetros de profundidad, y entre 15 y 20 centímetros de ancho.

Antes de empezar a empotrar los tubos, hay que realizar todas las regatas necesarias para su instalación. Además, hay que comprobar que toda la canalización tiene las medidas correctas.

El cemento y el yeso ejercen una acción corrosiva sobre los metales, por lo que si la tubería es de este material, será necesario protegerla. Para ello, basta con cubrirla con una cinta de plástico antes de empotrarla.

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