Arreglar un portalámparas

El fallo más frecuente radica en el empalme incorrecto de los conductores
Por EROSKI Consumer 14 de agosto de 2003
Img portalampara
Imagen: Blas Lamagni

Cuando una bombilla no funciona bien, a menudo, se debe a un empalme incorrecto o defectuoso de los conductores alojados en el casquillo. El arreglo no es difícil, aunque se deben tener en cuenta varios aspectos de seguridad. De metal o de plástico, las lámparas cuentan con distintos portalámparas o casquillos, en función de la bombilla que utilicen.

Solucionar la avería

El portalámparas más común está compuesto por un casquete inferior de plástico o latón, que se atornilla o fija a la lámpara. Además, dispone de una base de plástico provista de unos bornes a los cuales se conectan los conductores. Esta base está cubierta por una funda de plástico o metal. Sobre ella se coloca la rosca que recibe la bombilla.

Puesto que los casquillos o portalámparas se conectan de forma directa a la red, es fundamental trabajar con cuidado y desenchufar antes el aparato. Si esto no es posible, habrá que cortar la corriente con el interruptor general.

Si ha ocurrido un cortocircuito, es preferible cambiar la pieza

A continuación, se desmonta el portalámpara tras aflojar y desenroscar las distintas piezas. Algunos modelos cuentan con unas pestañas que bloquean el portalámparas al desenroscar la bombilla. Para extraer la pieza que cubre los bornes, se deben apretar y hundir esas pestañas.

Cuando los bornes de empalme estén a la vista, hay que desconectar los hilos y comprobar su estado. Si ha ocurrido un cortocircuito, es preferible cambiar la pieza.

Si el cable está quemado o roto, se corta la zona afectada, se pasan los cables por el fondo del portalámparas, se pelan un centímetro, se trenzan y se doblan, antes de introducirlos de nuevo en los bornes. Una vez dentro, solo queda apretar la conexión.

Por último, se monta de nuevo el portalámparas y se coloca una bombilla para comprobar que el problema está solucionado.

Tipos de portalámparas

Los portalámparas más habituales son los de rosca y los de bayoneta. En función de su diámetro y longitud, los primeros alojan en general bombillas incandescentes, fluorescentes compactas o de halogenuros metálicos. Los de bayoneta reciben este nombre por su forma de conexión.

Los de bayoneta reciben este nombre por su forma de conexión

Un tercer tipo son los portalámparas halógenos. En este caso, los bornes de conexión se sustituyen por unos contactos. Su uso se limita a las lámparas halógenas, dicroicas y LEDS.

Para saber qué tipo de casquillo es necesario para cada caso, hay que fijarse en la nomenclatura utilizada: E27, B22d, R7s, etc. De izquierda a derecha, la primera letra mayúscula hace referencia al tipo de portalámparas (rosca, bayoneta, halógenos, etc.), el número siguiente indica el diámetro del mismo y la letra minúscula revela el número de contactos.

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