Dulce y sana Navidad

Se pueden comer pequeñas porciones de turrón durante estas fechas tan señaladas sin saltarse el régimen
Por EROSKI Consumer 13 de diciembre de 2006

Turrones, mazapanes, guirlaches… Todos los dulces resultan todavía más apetecibles durante estos días. Son los alimentos que probablemente más quebraderos de cabeza produzcan en muchas personas a dieta. Precisamente, quienes siguen dietas de control de peso aseguran que no les resulta fácil respetarla durante estos días, y razones no les faltan: demasiadas tentaciones juntas en poco tiempo. Coinciden en esto muchas personas que siguen una alimentación particular para cuidar su enfermedad, que bien puede ser la diabetes, el colesterol elevado, los triglicéridos altos o la hipertensión arterial.

Cada persona ha de entender sus limitaciones a la hora de seguir un tratamiento, y convencerse de que comer un trozo de turrón de vez en cuando -que no significa todos los días-, no implica saltarse el régimen. Todo lo contrario, lejos de ser perjudicial, puede ser incluso conveniente desde un punto de vista emocional, siempre y cuando se trate de compensar los excesos el resto de días.

Diabetes, celiaquía y embarazo

Conviene leer bien el valor nutricional: un turrón sin azúcar no significa necesariamente que tenga menos calorías que su homónimo con azúcar

Por otra parte, la industria alimentaria ofrece numerosos productos, y algunos de ellos están adaptados en su composición nutricional a diversas enfermedades. Es el caso de los turrones aptos para personas con diabetes. No obstante, las leyendas que acompañan a este tipo alimentos son diversas: «turrones sin azúcar», «turrones con fructosa»… Conviene no sólo fijarse en el mensaje de la etiqueta, sino leer también con detenimiento la lista de ingredientes. Puede parecer que se trata de turrones con menos calorías, y no siempre es así.

Para quienes estén preocupados por su colesterol o sus triglicéridos, tal vez les interese saber la diferencia en la composición nutritiva de los turrones y los polvorones, ya que los primeros -los más sencillos, los de almendras-, resultan más adecuados que los segundos. Sin olvidar que unos y otros hay que comerlos con prudencia y sentido común.

Las personas con celiaquía y, sobre todo, los niños que no toleran el gluten tienen que estar muy atentas a los ingredientes de los turrones, los mazapanes, los guirlaches y los polvorones. La oblea que recubre la masa, en la mayoría de ocasiones se elabora con harina de trigo, y el trigo es un alimento contraindicado si se es celiaco. Y en la elaboración de los polvorones, por lo general, también se emplea harina de trigo.

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