El propóleo o própolis

Conocido y empleado desde tiempos remotos por sus propiedades terapéuticas, destaca su acción estimulante sobre el sistema de defensas del organismo
Por EROSKI Consumer 1 de agosto de 2001
Img propoleo
Imagen: Abalg

El propóleo es un conjunto de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas, de consistencia viscosa, que las abejas “Apis mellífera” recogen de ciertas partes de los vegetales. Las transportan al interior de la colmena y las modifican en parte con sus secreciones (ceras y secreciones salivares). Las abejas lo utilizan como cimiento para la colmena, ya que les protege de hongos, bacterias y otros invasores.

Los flavonoides o materias colorantes son una de las sustancias más activas de la composición del propóleo con carácter antiséptico. Su principal importancia como complemento de la alimentación se basa en sus propiedades inmunoestimulantes, ya que aumenta la resistencia del organismo frente a las infecciones. Atendiendo a estas cualidades, los antiguos egipcios lo utilizaban en la momificación para evitar la descomposición de los cadáveres.

Desde el punto de vista nutritivo

La composición química del propóleo es bastante compleja y depende de la fuente vegetal. Básicamente se compone de un 50-55% de resinas y bálsamos, 30-40% de cera de abeja, 5-10% de aceites esenciales o volátiles, 5% de polen y 5% de materiales diversos (orgánicos y minerales). Se han identificado más de 160 compuestos, de los cuales un 50% son compuestos fenólicos, a los cuales se les atribuye acción farmacológica. Los principales fenoles identificados son:

  • Flavonoides (flavonas, isoflavonas, flavononas).
  • Ácidos aromáticos y sus ésteres (ácido cafeico, cinámico y otros).
  • Aldehídos aromáticos (vainillina e isovainillina).
  • Cumarinas.
  • Triglicéridos fenólicos.

Existen otro grupo de compuestos y elementos minerales que se encuentran como trazas (en cantidades casi inapreciables) que resultan de fundamental importancia en la actividad biológica del propóleo y en el metabolismo celular, y destaca la provitamina A y algunas vitaminas del complejo B, en especial la B3 o nicotinamida, además de lactonas, polisacáridos, aminoácidos y otras sustancias aún no identificadas.

Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.

Presentación y conservación

El propóleo tiene una consistencia variable, dependiendo de su origen y de la temperatura. Hasta los 15°C es duro y se torna más maleable a medida que aumenta la temperatura. Su punto de fusión varía entre 60ºC a 70°C, llegando en algunos casos hasta 100°C. Su color también es variable, de amarillo claro a marrón oscuro, pasando por una gran cantidad de tonos castaña. En función del origen vegetal puede presentar color pardo a negro. Su olor también es muy variable, generalmente es agradable, y en algunos casos recuerda a su origen vegetal, mientras que en otros casos posee olor predominante a cera.

El propóleo comercializarse como extracto o utilizado en formulaciones de cosméticos y productos farmacéuticos. Lo podemos encontrar envasado como extracto de própolis. Es necesario almacenarlo en un lugar fresco y seco, en recipientes bien cerrados.

Antes de la toma de cualquier producto es importante recurrir al asesoramiento de un profesional cualificado. La dosis habitual es de unas 20-30 gotas en medio vaso de agua, tres veces al día.

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