Masillas para evitar filtraciones

Este tipo de masillas consiguen tal impermeabilización, que impiden el paso del agua y la humedad
Por EROSKI Consumer 15 de octubre de 2003
Img masilla ventana
Imagen: kameron bayne

Las diferentes propiedades de dilatación y, en el caso de la madera, la absorción de humedad favorecen la formación de grietas y juntas por las que puede penetrar humedad. Frente a esta situación, las masillas impermeabilizantes son sustancias selladoras que impiden el paso del agua y la humedad. Estas masillas son plásticas, elásticas o plastoelásticas para responder a las necesidades de cada espacio y material.

Masillas plásticas, elásticas y plastoelásticas

Las masillas plásticas destacan por su dureza y pérdida de movilidad una vez que se han secado. Pertenecen a este grupo las selladoras corrientes.

Las elásticas, como su nombre indica, conservan la elasticidad una vez secas. A menudo están fabricadas a base de siliconas y se emplean siempre que sea necesario absorber movimientos entre las partes o los materiales de una construcción, como en el caso de la impermeabilización de las juntas entre ventanas y mampostería.

Este tipo de masillas se comercializan en cartuchos y se aplican con una pistola de inyección manual. En el mercado se pueden encontrar también masillas transparentes o de colores.

Las masillas plastoelásticas son la opción más resistente y segura para cerrar las grietas registradas por dilatación

Por lo que respecta a las masillas plastoelásticas, se endurecen bastante, pero conservan una cierta elasticidad. Se emplean para sellar grietas en paredes y revoques. Son la opción más resistente y segura para cerrar las grietas por dilatación. A diferencia de las anteriores, las masillas plastoelásticas se pueden pintar.

Las grietas y juntas grandes y profundas necesitan un relleno posterior que asegure la correcta fijación de la masilla. Para este fin son muy apropiados los cordones de gomaespuma o las espumas inyectables.

Cómo retirar masilla dañada

Cuando se quieren eliminar los trozos de masilla deteriorada, la técnica para hacerlo dependerá de la superficie sobre la que esté adherida la masilla. Si esta es plana, se puede recurrir a un rascador de los utilizados para limpiar la vitrocerámica.

Para otro tipo de superficies, se puede emplear una solución compuesta a partes iguales por acetona y éter. Si la masilla está sucia, se podrá mejorar su aspecto externo si se frota con lejía, petróleo o éter.

Las masillas plásticas se pueden ablandar con una pistola de calor. Otra opción es utilizar una sierra radial con un disco de fibra.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube