Materiales aislantes naturales

Para saber cuál es el aislante apropiado para cada caso, hay que tener en cuenta su calidad, naturaleza y prestaciones
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2003
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Imagen: Bart Hickman

Lanas minerales, plumas de pato, lana de carnero, fibras de madera… Los aislantes naturales son una alternativa eficaz, sostenible y respetuosa con el medio ambiente para aislar térmica y acústicamente una vivienda. La oferta de productos naturales es cada vez más amplia, por lo que para decidir entre uno y otro hay que tener en cuenta la calidad, naturaleza y prestaciones de cada aislante, su grosor y el método de colocación.

Lanas aislantes

Minerales o de carnero, las lanas aislantes suponen una protección térmica muy natural y, en el caso de las minerales, también acústica.

Las lanas minerales, de vidrio o de roca se comercializan en forma de paneles, rollos, colchones, a granel, etc. Distintos formatos para distintos usos. En el caso de la lana de vidrio, su flexibilidad permite compensar las irregularidades de la construcción. Respecto a la lana de roca, los paneles rígidos de esta material aportan una mayor resistencia y estabilidad.

Los aislantes a base de lana de carnero, por su parte, son capaces de absorber la humedad hasta en un 33% de su peso, sin que sus propiedades se alteren. Este producto se comercializa en forma de rollos, pero también se elaboran madejas de lana, muy apropiadas para rellenar los huecos de ventanas y puertas.

Aislantes de plumas de pato

Además de su gran capacidad para almacenar aire, lo cual les otorga su poder aislante, las plumas de pato son buenas reguladoras de la humedad, ya que la absorben cuando hay demasiada y la restituyen de manera progresiva.

Indicado para aislar paredes y estructuras de tejados, este material se vende en forma de rollos blandos y paneles semirrígidos, formados por un 70% de plumas de pato, un 20% de fibras textiles y un 10% de lana higienizada. Este último material aporta elasticidad a la mezcla, mientras que las fibras textiles garantizan la homogeneidad de la mezcla.

Aislar con cáñamo y lino

El cáñamo y el lino son dos fibras vegetales con un rendimiento aislante (térmico y acústico) muy similar, aunque cada una cuenta con unas características propias.

El lino destaca por su capacidad para absorber la humedad

El lino destaca por su capacidad para absorber la humedad y reponerla en función de la temperatura y la higrometría (variaciones de la humedad) ambientes. Este tipo de aislantes se venden en rollos y placas o paneles.

El cáñamo también se comercializa en rollos o paneles y se utiliza para aislar tejados, suelos y muros. Además de ser un buen aislante térmico y acústico, es un material ignífugo, hidrófugo y que no se pudre con facilidad (imputrescible).

Aislantes derivados de la madera

Las fibras, el corcho o la celulosa son materiales derivados de la madera con una gran capacidad aislante.

Los aislantes a base de celulosa se presentan en forma de copos a granel y en paneles semirrígidos

Los primeros se obtienen de los residuos de las serrerías y, tras un proceso de humidificación, prensado y secado, se convierten en una especie de lana de madera, 100% reciclable, muy válida para el aislamiento interior y exterior de las paredes.

El corcho se obtiene de la corteza renovable de los alcornoques. Buen aislante térmico y acústico, este material es indeformable, resistente a la compresión, imputrescible, ligero y bastante resistente al fuego.

Los aislantes a base de celulosa se presentan en forma de copos a granel y en paneles semirrígidos. Colocados en suelos, travesaños y paredes, tienen un buen rendimiento como aislantes térmicos y acústicos.

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