¿Merece la pena solicitar un crédito personal a través de los cajeros?

La oferta de esta modalidad se ha incrementado, pero no se consiguen cantidades superiores a 6.000 euros y los tipos de interés oscilan entre el 9% y el 13%
Por José Ignacio Recio 1 de febrero de 2011
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Imagen: mattjlc

Las posibilidades que proponen las entidades financieras a los usuarios para acceder a una fuente de financiación son diversas. Créditos a través de las oficinas, por Internet y desde los cajeros automáticos son las tres alternativas. Estos últimos, son los productos que más han innovado el mercado crediticio en los últimos años. Sin embargo, no siempre son la mejor opción. Las cantidades que se consiguen no son superiores a 6.000 euros y los tipos de interés son más elevados, entre el 9% y el 13%.

Condiciones muy similares

Si bien hace unos años tan solo algunos bancos o cajas de ahorro contemplaban esta posibilidad, su oferta se ha incrementado y ya son varias las entidades que los proporcionan entre sus servicios. Las condiciones, eso sí, son muy parecidas entre todos ellos, un aspecto que dificulta su distinción o la aplicación de alguna novedad por la que puedan decantarse sus demandantes.

La principal aportación de este tipo de productos es que son un préstamo personal que no requiere utilizar otros cauces para su concesión (teléfono, Internet, etc.), sino que basta con tener un cajero cerca y que la entidad considere al usuario un buen cliente. No todos los usuarios bancarios pueden acceder a esta vía de financiación. Solo pueden optar a ella quienes estén bien considerados en la entidad, igual que ocurre con los créditos preconcedidos, ya que ambos son préstamos establecidos de antemano y solo necesitan retirarse. Una vez aceptados estos requisitos mínimos, desde el cajero se facilitará un recibo de la operación efectuada con las condiciones aceptadas como justificante. En los días siguientes se remitirá esa misma información al domicilio del cliente.

El cajero facilita un recibo de la operación efectuada, con las condiciones aceptadas como justificante

El usuario podrá acceder a una modalidad más cómoda y rápida que las restantes. El crédito tarda en concederse entre uno o dos días. Pasado este tiempo, se deberá disponer de un cajero a mano para retirar la cantidad demandada, a cualquier hora del día, incluso por las noches, y en cualquier punto geográfico.

No obstante, la concesión cuenta con una serie de desventajas respecto a otro tipo de créditos. Para empezar, el importe adelantado es menor, entre 1.000 y 6.000 euros como máximo, aunque no faltan algunas ofertas puntuales que pueden elevarse hasta 12.000 euros. En otras vías de financiación tradicionales se puede conseguir 20.000, 30.000 o 50.000 euros, incluso más. De ahí que esté destinada a fines muy concretos y puntuales por parte de sus usuarios, como una urgencia para dotarse de liquidez en un momento determinado o pequeños pagos para financiar una compra o un viaje. Otro aspecto que lo diferencia de otras fórmulas para obtener financiación son los plazos de amortización, más cortos y con un límite máximo que casi nunca rebasa los cinco años.

Créditos desde la calle

Algunas entidades se decantan por predeterminar el volumen de crédito al que puede acceder cada cliente, mientras que otras establecen un tipo de interés variable que oscila entre el 9,00% y 13,00%. No obstante, este tipo de créditos se propone a un grupo previamente seleccionado de clientes, que acceden a ellos sin ningún tipo de requisitos. Al ser préstamos que se abonan de forma inmediata en la cuenta del cliente, sin estudio del riesgo previo a la confirmación de la operación, se realiza una selección previa de los clientes que pueden acceder a este tipo de financiación. Los mejor considerados tendrán abiertas las puertas.

Conviene reseñar que las entidades que han puesto en marcha esta modalidad crediticia se han incrementado en los últimos años a través de una oferta más amplia que llega a un mayor número de usuarios bancarios. BBK ha lanzado al mercado el “Crédito 24” para disponer de él a través de los cajeros automáticos. Permite suscribirlo de forma instantánea mediante las tarjetas que comercializa esta entidad y adelanta desde 300 hasta 6.000 euros, con un plazo de amortización de 3 meses hasta 6 años como máximo, según el importe solicitado. Dispone de un sistema de amortización de cuota constante. Se caracteriza también porque la concesión automática del préstamo dependerá del límite preconcedido a cada cliente. Aplica un tipo de interés del 9,99% (TAE del 10,46%).

La Caja de Ahorros de la Inmaculada cuenta con el “Credicajero”, también para los titulares de alguna tarjeta de esta entidad financiera. Si la respuesta es inmediata, se abona directamente en la cuenta. El importe oscila entre 300 y 12.000 euros, con un plazo de amortización de 3 meses a 5 años, con cuotas mensuales desde 30 euros. Caixa Sabadell también incluye esta modalidad entre sus productos financieros, con una financiación desde 600 hasta 6.000 euros y un plazo límite para devolverlo que alcanza los 5 años. No contempla comisiones de apertura, estudio ni gastos de corretaje.

Otro de los productos comercializados en los últimos años en Caja Laboral son los créditos personales en cajeros automáticos “dispON”, que permiten a sus titulares ingresar el dinero de manera automática en su cuenta, en este caso, para importes desde 500 euros y con un máximo que dependerá de los límites que asigne la entidad. Se podrá devolver en un plazo de entre 1 y 5 años, en los cuales se contempla una comisión de cancelación parcial o total del 1%. Entre sus ventajas destaca el hecho de que no requiere trámites, sólo deberá seleccionarse el importe deseado y el plazo de devolución. Dispone de un seguro de accidentes gratuito durante un año al efectuar su formalización, así como la posibilidad de suscribir un seguro de vida en condiciones preferentes.

Caixa Tarragona también proporciona a sus clientes esta modalidad a través de los cajeros automáticos, con cantidades entre 3.000 y 6.000 euros. Caja Navarra, por último, ha lanzado este producto destinado a los clientes con tarjeta de crédito y débito, que permite la concesión de préstamos personales en los cajeros de su red comercial. Ofrece importes de 3.000 a 6.000 euros y dos plazos de amortización, de dos o cuatro años, en función de la cantidad solicitada como su principal propuesta a sus clientes.

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