Mesas y muebles para el televisor

Como el televisor ocupa un lugar central en la disposición del salón, las mesas y muebles usados para apoyarlos adquieren gran importancia decorativa
Por EROSKI Consumer 2 de enero de 2007
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Imagen: Nick Nunns

Hay una gran cantidad de modelos de mesas y muebles para el televisor, que se adecúan a los más diversos estilos de diseño en el hogar. Hasta el mismo aparato puede servir como separador de espacios en el salón, y la decoración puede alcanzar a las paredes que rodean la pantalla. Este artículo explica las distintas variantes que ofrecen las mesas y otros muebles como soporte para el televisor, el uso de este aparato como separador de espacios en el salón y otras variantes de decoración a su alrededor.

Mesas y otros muebles, variantes para el televisor

Los muebles y mesas para televisores ofrecen una variedad casi inacabable. La proliferación de los modernos modelos de plasma, LCD y LED hicieron que este aparato perdiera espesor y ganara superficie de pantalla y, a menudo, mayor protagonismo en el hogar. La posibilidad de que se convierta en un auténtico centro multimedia -por medio de las consolas de videojuegos y los sistemas de «televisión inteligente» (smart TV)- lo coloca en un espacio destacado. Y por eso cuenta también la manera de organizar y decorar su entorno.

El televisor colgado en la pared ocupa menos espacio, pero no se puede girar y puede resultar incómodo conectar ciertos cables

El televisor se puede apoyar en una mesa o bien en un mueble, que puede tener una superficie plana horizontal lo bastante amplia como para sostener el aparato o una parte plana vertical en donde suspender la pantalla. La ventaja de colgarlo (tanto en un mueble como en la pared) es que de esa forma ocupa mucho menos espacio. Las desventajas, que no se puede girar (muchos televisores permiten un ángulo de rotación sobre su base) y que puede resultar incómodo conectar ciertos cables en su parte posterior.

En cualquier caso, se debe buscar que el estilo y el diseño del mueble o mesa se adecúen a la decoración del conjunto. En un salón minimalista se amoldará mejor una mesa o un mueble simple, sin baldas a la vista, ni tampoco detalles visibles. Convendrá que no ocupe demasiado espacio. En uno de estilo clásico, el mueble puede ser más grande y mostrar matices de color. Se pueden aprovechar sus baldas u otros compartimentos para colocar allí el reproductor de DVD, los altavoces del sistema de sonido e, incluso, marcos para fotos u otros adornos.

El televisor como separador de espacios en el salón

Las características de estos televisores permiten emplearlos también para separar ambientes dentro del salón. En estos casos, como el aparato no quedará junto a una pared sino en medio de dos lugares de tránsito de personas, lo más recomendable será un mueble que lo cubra también por detrás y no una simple mesa, para que esté más protegido. Si de todos modos se utiliza una mesa, conviene que sea lo suficientemente grande para que, al pasar junto a ella, obligue a dejar bastante distancia con relación al televisor.

Una opción es decorar la pared con vinilos autoadhesivos alrededor de la pantalla

Por otra parte, se debe considerar también la finalidad del espacio al que se ha de dar autonomía. Si se pretende crear un espacio a modo de comedor con el aparato como separador, hay que tener en cuenta que no se podrá ver la tele durante las comidas y cenas. Existe la posibilidad de preparar un dispositivo para que la pantalla pueda girar 180 grados y quedar disponible para ambos espacios, pero aumenta el riesgo de accidentes (caída del televisor).

Un espacio autónomo, separado del salón por medio del aparato, es apropiado para actividades que no se hagan al mismo tiempo que disfrutar de la televisión. Un rincón de lectura o destinado a la música son muy buenas posibilidades.

Otras variantes de decoración en torno al televisor

Existen muebles que permiten ocultar el televisor cuando no se usa, como posibilidad de decoración y diseño para restar presencia e importancia a este aparato en el hogar. Lo que, en cualquier caso, conviene esconder siempre que se pueda son los cables, ya que generan una sensación de desorden, hacen más difícil la limpieza y también incrementan el riesgo de que se produzcan accidentes domésticos.

Una variante decorativa es pegar vinilos autoadhesivos en la pared alrededor de la pantalla. La precaución que se debe tomar en este caso es qué motivos elegir para la decoración. Lo idóneo es que sean lo bastante neutros como para que acompañen sin desentonar demasiado la programación de la tele, películas y videojuegos que más se vean en cada hogar.

Por último, más allá del aspecto decorativo y de las distintas variantes de la colocación del televisor a nivel funcional, se deben recordar dos preceptos importantes para cuidar la salud. Por un lado, la posición más adecuada para la pantalla: se debe procurar que su centro quede al mismo nivel de los ojos de los televidentes. Y por el otro, cuál es la luz más apropiada para ver televisión: una iluminación suave que disminuya el contraste entre el brillo de la pantalla y el resto del salón.

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