Persianas automatizadas

La automatización se puede realizar en cualquier persiana, ya sea de PVC, de aluminio o de madera
Por EROSKI Consumer 31 de mayo de 2005
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El control automático de las persianas se puede realizar mediante la automatización del recoge persianas o con la instalación de un sistema integral que incluye la persiana y la caja de la misma. En este último caso las ventajas son importantes, pero también un inconveniente: el precio, que a menudo triplica el de las persianas manuales. Gracias a la automatización de estos dispositivos, se abren con los primeros rayos de sol y se cierran al caer la tarde, se evita la pérdida de calor en invierno y la entrada del mismo en verano. De este modo, además de la ventaja que supone subir y bajar una persiana con un mando a distancia, sin moverse del sofá, es posible simular la presencia de gente en el interior, aunque la casa esté vacía, o programar su funcionamiento.

Recoge persianas automatizado

El control automático de las persianas se puede realizar mediante un motor que sustituye al recoge persianas tradicional. Para elegir el mecanismo adecuado para cada persiana, hay que tener en cuenta el peso, el eje y las características de las mismas, de modo que el motor sea capaz de subir y bajarlas.

La automatización se puede realizar en cualquier persiana, ya sea de PVC, de aluminio o de madera. Aunque si están deterioradas, la mejor opción es cambiarlas por unas nuevas e instalar en estas el motor.

La instalación del recoge persianas eléctrico es muy sencilla. Solo hay que retirar el recogedor inferior de la correa, poner el nuevo aparato en su lugar y ajustarlo a la pared con unos tornillos. A continuación, se sujeta la cinta de la persiana al engranaje del automatismo y se enchufa este a la red eléctrica.

Estos mecanismos disponen de un programador y de una memoria interna que mantiene la programación horaria en caso de pérdidas de corriente, siempre que estas duren menos de ocho horas. También incluyen un «módulo solar crepuscular» que permite ajustar la altura de la persiana en función de los rayos del sol y graduar de este modo la entrada de luz.

Persianas automáticas

Las persianas automáticas no disponen de cinta que las suba y las baje, ya que funcionan mediante un motor instalado en el eje de rotación y se elevan a través de un mando a distancia. Además, cuentan con la posibilidad de programarlas para que se eleven con los primeros rayos de sol y se bajen solas cuando comienza a oscurecer o al detectar un descenso de la temperatura.

Otras funciones de este tipo de persianas son la regulación e inclinación de las lamas

Las persianas automáticas se pueden instalar en cualquier ventana. Las más habituales en viviendas son las enrollables de PVC. Estas permiten un cierre hermético que otorga a la ventana un aislamiento térmico y acústico. No obstante, conviene comprobar que tanto las lamas como los cajones donde se enrollan dispongan de materiales aislantes que impidan el paso de las corrientes de aire en invierno o del calor en verano.

Este tipo de persianas tienen grandes ventajas, pero también un inconveniente: el precio, que a menudo triplica el coste de las persianas manuales.

Otras funciones de este tipo de persianas son la regulación e inclinación de las lamas, la simulación de presencia, cuya función es mantener alejados de la vivienda a los posibles amigos de lo ajeno, y la programación horaria, con la que se controla el funcionamiento de la persiana a horas concretas.

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