Pintura al aceite

Los aceites de origen vegetal forman una película seca y dura al contactar con el aire y oxidarse
Por EROSKI Consumer 30 de abril de 2002
Img pintura aceite

La pintura al aceite está compuesta de pigmentos en suspensión en aceites secantes de linaza, ricino o coco, entre otros. Estos aceites son de origen vegetal y, cuando se extienden en capas delgadas y entran en contacto con el aire, forman una película seca y dura. Muy utilizada en siglos pasados para decorar tanto interiores como exteriores, en la actualidad se usa sobre todo para pintar vidrios, realizar imprimaciones corrosivas sobre metales y pintar madera de exteriores.

Características y usos de la pintura al aceite

Los principales componentes de la pintura al aceite son aceites secantes, ya sean de linaza, ricino o coco. Con el aceite puro, es muy difícil conseguir una película dura y resistente, por lo que además de los pigmentos se añaden a la pintura resinas naturales que confieren dureza y adherencia.

Una vez extendida la pintura sobre la superficie elegida, la oxidación por el contacto con el aire y sucesivas polimerizaciones (reacción química de la que se obtienen moléculas gigantes) del aceite, o aceites, aportan textura y mejoran las condiciones de dureza y adherencia. Para un óptimo secado, la temperatura debe oscilar entre 12º C y 22º C.

La pintura al aceite penetra con facilidad en las superficies porosas

La pintura al aceite es bastante flexible, resistente y luminosa. Penetra con facilidad en las superficies porosas, lo que hace que sea una buena opción para dar color a los muebles de exterior.

Como cualquier otro tipo de pintura, se aplica con brocha. Pero en este caso, hay que dejar transcurrir varios días entre una capa y la siguiente para asegurar un óptimo secado y acabado.

Elaboración artesanal de la pintura

La pintura al aceite también se puede elaborar de forma artesanal. Para ello, hay que mezclar aceite de linaza crudo y trementina en una proporción de 30 por 70. A continuación, se añade el pigmento o pigmentos elegidos. Los más apropiados son los tintes en polvo, ya que se diluyen con facilidad. Hay que añadir el pigmento poco a poco hasta alcanzar la cantidad necesaria, ya que un exceso podría provocar grumos y, si falta color, parecería más un tinte que una pintura.

Si se desea aportar brillo a la pintura al aceite, se puede añadir cera a la misma

Para que la mezcla sea homogénea, hay que removerla bien con un palo o cucharón de madera.

Si se desea aportar brillo a la pintura, se puede añadir a la misma un poco de cera de resina o de aceite de linaza. Para ello, hay que calentarla y, una vez fría, diluirla con una pequeña cantidad de trementina.

Otra opción para que el acabado sea brillante es aplicar una capa de barniz al objeto teñido, una vez que la pintura se haya secado.

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