Piscinas empotrables

Al escoger la forma y dimensiones de la piscina hay que tener en cuenta el espacio disponible, el uso que se dará y el presupuesto con el que se cuenta
Por EROSKI Consumer 30 de diciembre de 2003
Img piscinaovalada
Imagen: Francis Valadj

El otoño es la mejor estación para empezar a construir una piscina empotrable. De este modo, al llegar los primeros calores de la primavera, la piscina estará lista para su uso y el jardín habrá recuperado su aspecto original. Puesto que a diferencia de una piscina desmontable, la empotrable es definitiva, hay que escoger con acierto el emplazamiento, las dimensiones y la forma. En cuanto a este último factor, la opción más clásica y económica es la piscina rectangular. Además, al igual que el resto de piscinas geométricas, su complejidad constructiva es menor que la de cualquier otra cubeta de formas libres.

Elegir la forma de la piscina

Las piscinas geométricas tienen formas rectangulares, cuadradas, en «L», circulares, de doble círculo y ovaladas. La complejidad constructiva de este tipo de piscinas es menor, ya que se adaptan mejor a los procesos de prefabricación.

La opción más clásica y económica es la rectangular. Para suavizar los ángulos rectos y otorgarles un acceso más cómodo, a menudo se añade en uno de los extremos o en un lateral una escalera en forma de semicírculo.

Por su parte, las piscinas en «L» suponen la posibilidad de diferenciar dos piscinas con distintas profundidades. No obstante, el ángulo saliente puede ser un obstáculo para la buena circulación y reciclado del agua.

Las piscinas ovaladas tienen la ventaja de contar con la misma longitud que una piscina rectangular, pero con un menor volumen de agua

Las piscinas ovaladas tienen la ventaja de contar con la misma longitud que una piscina rectangular, pero con un menor volumen de agua. Sin embargo, su forma obliga a controlar con más asiduidad el funcionamiento de los skimmers o rebosaderos, las boquillas de impulsión para garantizar un óptimo filtrado.

Las piscinas redondas se integran en todos los ambientes y, al igual que las ovaladas, requieren un volumen de agua menor para la misma longitud. No obstante, son más apropiadas para juegos de agua o chapoteo que para natación.

Las construidas con forma libre aumentan los problemas de diseño y adaptación, aunque algunos fabricantes de piscinas en kit ofrecen la posibilidad de realizar formas muy originales, gracias a unos paneles modulares para ensamblar. Estos paneles pueden ser cóncavos o convexos, de aluminio, hormigón, acero galvanizado o fibra de vidrio, y se pueden encajar entre sí o fijar mediante pernos.

Dimensiones de la piscina

Al escoger las dimensiones de la piscina, hay que tener en cuenta el espacio disponible, el uso que se dará (natación, chapoteo, ocasional, etc.) y el presupuesto. Cuanto mayor sea el volumen de agua, mayores serán los gastos de construcción y mantenimiento.

El tamaño de una piscina también se mide por la capacidad de su cubeta

Por lo general, las piscinas miden 8×4 metros, 10×5 metros o 12×6 metros. Estas medidas se refieren a la lámina de agua, por lo que debe añadirse la medida del borde, que varía entre 40 y 50 centímetros.

El tamaño de una piscina también se mide por la capacidad de su cubeta. Si el volumen del agua del vaso es inferior a 30 m³, se considera que la piscina es de «chapoteo»; cuando el volumen es de 30 m³, la piscina está indicada para el público «infantil»; si varía entre 50 y 70 m³, es una piscina «privada»; mientras que está considerada como «residencial» cuando el volumen ronda los 100 m3 de agua. Las piscinas utilizadas de forma simultánea por varias familias copropietarias tienen un volumen de agua que no excede los 250 m³.

Cinco claves para acertar con el emplazamiento de la piscina
  1. Se deben evitar los suelos rocosos, mal consolidados y demasiado húmedos.

  2. La piscina se debe ubicar en una zona del jardín donde dé el sol todo el día.

  3. Además, debe estar en una zona al abrigo de los vientos dominantes.

  4. En un radio de 10 metros alrededor de la piscina no ha de haber árboles, para evitar su sombra y la caída de hojas que puedan ensuciar el agua y obstruir el filtro.

  5. El lugar debe ser accesible para la máquina excavadora y para la transportadora. Las canalizaciones enterradas deben soportar el peso de estas máquinas.

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