A menudo pasan inadvertidos, pero sin ellos sería imposible abrir un cajón, una puerta o cualquier armario. Los pomos, tiradores y manillas son cada vez más reclamados por la decoración, que los integra en el estilo global de la casa. Los hay de colores llamativos y más sobrios, forrados de mármol o elaborados en cristal. Incluso, si se prefiere, cada persona puede fabricar sus propios pomos
Los pomos clásicos de formas redondeadas se han renovado. Junto con los tiradores y manillas son uno de los elementos más pequeños de la casa, a los que tradicionalmente no se suele prestar demasiada atención. Sin embargo, hay varios factores que analizar a la hora de elegir los pomos adecuados. Además de la importancia que tienen para que el mecanismo de apertura y cierre no falle, deben coincidir con el estilo del mueble en el que se instalan -clásico, moderno, rústico…- o destacar sobre éste, según el efecto que se quiera conseguir.
Los nuevos modelos apuestan por formas muy originales. Los hay de estilos lisos o más recargados. Diseños específicos para muebles infantiles o con formas de animales, flores, utensilios de cocina o con motivos marineros, entre otros. Además, hay tiradores a modo de barra vertical, modelos muy ergonómicos que facilitan la manipulación a las personas con movilidad reducida. Por su parte, las formas ovaladas se reservan, en general, para las puertas correderas.
Hay modelos muy ergonómicos que facilitan la manipulación a las personas con movilidad reducida
En cuanto al material, ha de resistir el uso diario y ser fácil de limpiar. Hay que tener en cuenta que tanto los pomos, como los tiradores y las manillas se manipulan a menudo, por lo que es muy habitual que queden sobre ellos las marcas de huellas. Hay pomos de latón, acero inoxidable, aluminio, cristal, metacrilato, hierro, cerámica, mármol, madera, cuero, piel… El catálogo es muy amplio. Con brillo o mate. Incluso hay pomos que imitan a materiales como el granito.
En el caso de los tiradores de cristal, este material permite crear diseños muy originales, transparentes u opacos, que se pueden combinar con acero inoxidable o aluminio para reforzar la estructura. Estos modelos se pueden emplear en cualquier lugar de la casa, aunque resultan más prácticos en el baño, debido a la acumulación de vapor de agua. Por el contrario, cuando los tiradores son de madera, es preferible instalarlos en estancias secas y pintarlos o barnizarlos periódicamente para que conserven un buen aspecto.
Cambiar los pomos y tiradores
Sustituir los pomos o tiradores antiguos es una tarea sencilla, ya que se pueden aprovechar los agujeros de los anteriores para instalar los nuevos. El tipo de fijación depende siempre del pomo. Si los agujeros coinciden, basta con encajar el nuevo tirador en el lugar del antiguo. Si no es posible, habrá que taladrar nuevos orificios y tapar los antiguos, que se pueden ocultar con el embellecedor.
Para instalar manillas y pomos nuevos se pueden aprovechar el cuadradillo y los agujeros de los anteriores
Por su parte, las manillas -con mecanismo a ambos lados de la puerta- funcionan gracias a un cuadradillo. Éste se encuentra entre las dos manillas, en el interior de la puerta, y permite las acciones de apertura y cierre. En general, cuando se instala una nueva manilla no es necesario sustituir el cuadradillo, sino que basta con soltar esta pieza y fijarla a la nueva manilla.
Para dar un toque personal a los tiradores o adecuarlos a la decoración del resto de la casa, estos se pueden fabricar artesanalmente. Hay que elegir la forma, el material, las medidas y el color que se desea. Lo habitual es realizar primero la figura, que se coloca sobre el mecanismo correspondiente. Se puede realizar una talla en madera, teñirla y fijarla al mobiliario con tornillos. Otra opción es personalizar los pomos con conchas marinas, botones, chapas o cualquier otro objeto que combine con el mobiliario.
