Preparar el césped para el invierno

El otoño es la época adecuada para plantar nuevas semillas y llevar a cabo tareas de mantenimiento
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2001
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Imagen: Sergio Aguirre

El otoño es la época ideal para preparar el terreno de cara a la primavera siguiente. Éste es un momento propicio para las tareas de acondicionamiento y mantenimiento del jardín, ya que se conseguirá que la hierba resista mejor la climatología adversa y crezca con más fuerza.

En esta época se pueden realizar los trabajos de siega, abono, aireado, drenaje de la tierra y replantado de césped -si se descarta la opción del césped artificial-. En cuanto a la poda, no conviene cortar la hierba en exceso para evitar que se debilite. Además, ante la escasez de césped, pueden aparecer musgo y malas hierbas.

Semillas de césped

Durante este periodo es aconsejable plantar nuevas semillas de césped en las zonas donde se registren calvas o en aquéllas en las que éste se haya estropeado. Si lo que se quiere es plantar césped por primera vez, es importante elegir bien la zona. Aunque el césped aguanta la climatología adversa, es conveniente decidirse por una ubicación soleada cuando los veranos son templados y una orientación norte, si los veranos son muy calurosos.

Las condiciones climáticas determinan el tipo de semilla que se debe plantar

Respecto a las semillas, existe una gran variedad. Éstas proceden de diferentes especies de gramíneas o mezclas de gramíneas con otras plantas tapizantes «en función de las necesidades o gusto de los usuarios», indica la Asociación de empresas con productos para el cuidado de Parques y Jardines (APJ). No obstante, si bien las especies de gramíneas se cuentan por miles, sólo unas cuantas son utilizadas para el cultivo de césped y, a partir de ellas, se obtienen numerosas variedades «con características propias que las diferencian del resto», añade la APJ.

Las condiciones climáticas determinan el tipo de semilla que se debe plantar. Las hay para climas templados, para climas fríos que resisten las heladas y para climas cálidos. Estas últimas están pensadas para cultivar en las zonas mediterráneas. Otros factores que hay que tener en cuenta a la hora de elegir las semillas son, según la APJ, el tipo de suelo y la resistencia del césped a la sequía, a las plagas y al paso de las personas.

Cuidar el terreno

Antes de plantar el césped nuevo, es importante limpiar la tierra de hojas y ramas caídas de los árboles, así como eliminar las piedras que puedan entorpecer el crecimiento de la hierba. Posteriormente, conviene remover el terreno e instalar un buen sistema de drenaje para evitar la formación de charcos en épocas de lluvia.

Se puede enriquecer el terreno con algún tipo de abono o sustrato que facilite el crecimiento sano y fuerte del césped. Para garantizar su efectividad, este producto ha de quedar bien mezclado con la tierra. Por último, se debe nivelar el terreno o darle la forma que se desee y marcar los puntos en los que se plantarán las semillas.

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