El estilo del cabecero de la cama se debe elegir con cuidado, ya que ocupa un sitio importante en la decoración del dormitorio. Lo bueno es que existe una enorme cantidad de variantes y posibilidades para seleccionar. Este artículo describe algunas de las tendencias actuales para decorar el cabecero de la cama, que van desde la colocación de cuadros o papel pintado hasta opciones tan originales como pizarras, espejos o la reutilización de muy variados objetos.
Tendencias decorativas para el cabecero de la cama
El cabecero de la cama es un área que hasta no hace mucho tiempo daba algunos problemas para definir su decoración. En otra época este espacio era ocupado por lo general con un crucifijo, la imagen de un santo o algún otro icono religioso. Hoy en día eso no es tan común, y hay que llenarlo con otros elementos.
El papel pintado puede constituir solo un zócalo u ocupar toda la pared del cabecero de la cama
En los últimos años ha surgido una tendencia para decorar el cabecero de la cama de las formas más creativas y, a menudo, con el empleo de materiales reciclados o reutilizados. Y no se trata solo de recurrir al estilo vintage, sino también a la inspiración y a la originalidad para dotar de frescura esta parte de la habitación.
A continuación se enumeran algunas ideas para la elaboración y decoración de cabeceros para las camas. Cada una de ellas, a su vez, incluye muchas variantes para personalizar este espacio.
- Cabecero de papel pintado
Un cabecero con papel pintado ofrece diversas posibilidades. En primer lugar, porque su tamaño puede ser muy variado. Puede ser solo un zócalo de papel, con una altura de solo unos cuantos centímetros por encima de la cama, o cubrir casi toda la pared, hasta el techo. Si es un zócalo, se puede añadir una moldura de madera, que lo delimite y resalte sus colores.
La otra característica que permite una enorme cantidad de opciones es el color y los estampados del papel. Al igual que en el resto de la decoración del dormitorio, se recomiendan los colores fríos, como los matices del verde y el azul, antes que los cálidos, como el rojo y el amarillo, ya que los primeros favorecen la relajación y el descanso. En particular, los tonos pastel y de diseños más bien simples son los más aconsejados.
- Un cuadro
Imagen: greeblie Esta opción parece muy simple, pero no lo es. Se puede creer que consiste solo en «colgar un cuadro y problema resuelto». Pero la dificultad radica en encontrar el cuadro más apropiado. En general, se debe procurar que cumpla con los requisitos ya descritos, sobre todo tonalidades que favorezcan la relajación.
Pero hay que tener en cuenta, además, que quienes duerman allí lo verán cada noche antes de dormir y cada mañana al levantarse. Por lo tanto, tiene que gustarles lo suficiente para que no se cansen de él. Por eso, si se quiere colocar un cuadro en el cabecero, conviene no apresurarse y tomarse todo el tiempo que haga falta para decidirse por cuál será.
- Un objeto reutilizado
La tendencia a reutilizar objetos ofrece, en este ámbito, una gran variedad. Para el cabecero de la cama es posible reutilizar desde cabeceros antiguos -y dar al conjunto un tono vintage- hasta una enorme cantidad de elementos, que en principio no tienen nada que ver con la decoración clásica de un dormitorio. Una vieja verja de jardín, una tabla de surf, postigos u otras piezas de madera que resulten bonitas pero que no se sepa muy bien dónde guardar… son solo algunos ejemplos de artículos que, si se limpian bien y se restauran de forma conveniente, se pueden integrar en la decoración de la habitación, tal como se puede ver en la web de Tuvalu Home.
- Vinilos o dibujos en la pared
Imagen: Charlene Jaszewski Esta posibilidad se acerca a las del papel pintado o un cuadro, con la diferencia de que se aplican de forma directa sobre la pared. El vinilo permite crear muchas formas, de lo más variadas y originales, y es asequible y fácil de instalar. Hacer un dibujo en la pared y luego pintarlo requiere algo más de destreza y conocimientos. Pero para quienes posean esta habilidad, es quizá la opción que mejor permite personalizar la decoración.
- Cojines
Esta es una de las alternativas más originales. Consiste en colgar o adherir distintos cojines en la pared, de tal manera que conformen un conjunto agradable y decorativo. Lo idóneo es que los cojines sean todos del mismo tamaño y no demasiado grandes. Como el aspecto del conjunto está determinado por las fundas, se pueden usar con este fin cojines distintos, unificados luego por su recubrimiento exterior. Para obtener inspiración, no hay más que observar el modelo Bed Pixel, de la firma Olivieri.
- Espejos
En un primer momento puede resultar raro pensar en un cabecero de espejos, pero en realidad quedan bien y permite una gran cantidad de variantes. Espejos más grandes y más pequeños, con marcos de distintos estilos, bien combinados, añaden un toque muy atractivo a la decoración del dormitorio. Además, como siempre, los espejos multiplican la luminosidad del ambiente, algo muy valioso sobre todo cuando la luz natural que accede a la estancia es escasa. Un cabecero de la cama con espejos se puede ver en la web Sunset.com.
- Una pizarra
Para las personas más cambiantes e inconformistas, la mejor opción puede ser contar con una pizarra y tizas con las cuales escribir sobre ella. Así, la decoración puede modificarse día a día, en función de la fecha, el momento de la semana, la época del año o el estado de ánimo. También permite felicitar por fechas especiales, usarlo como libreta de apuntes e incluso se puede dibujar en la pizarra la forma de una estructura de cabecero tradicional. Todo es posible con un modelo tan creativo como este, y donde el único límite lo marca la inspiración de cada persona. Cabeceros con pizarras en las que escribir y dibujar, así como otras decenas de modelos y estilos diferentes, los ofrece el sitio web Shelterness.
