Una pared barnizada y con textura

Cada capa de barniz que se aplique añadirá profundidad y dará más volumen
Por EROSKI Consumer 5 de marzo de 2002
Img brocha barniz
Imagen: Alan Cleaver

Para conseguir el color y la textura de una pared barnizada, es necesario aplicar capas independientes, con diferentes brochas y rodillos, en distintas direcciones. Cada capa modificará el tono del color previo y añadirá profundidad a la textura. Los colores del barniz se pueden obtener al tintar pintura emulsionante blanca con distintos pigmentos acrílicos, en polvo o tinturas universales.

Preparar el barniz

Un lustre traslúcido se consigue tras aplicar una pintura emulsionante coloreada y diluida con agua. Sin embargo, la solución más personal y creativa es elaborar barnices propios mediante el tinte de pintura emulsionante blanca con distintos pigmentos, ya sean acrílicos, en polvo o tinturas universales.

Es fundamental que la habitación que se piense pintar esté bien ventilada y que se use en todo momento una máscara antipolvo.

El barniz se prepara tras diluir la pintura emulsionante con agua, hasta que la mezcla sea un poco más espesa de lo deseado. Después, se disuelve una cuchara de pigmento en polvo, en una pequeña cantidad de agua. Se añade esta mezcla a la pintura y se remueve. Se comprueba el color obtenido y, si es necesario, se añade más pigmento, pintura o agua. En todo caso, el barniz no debe quedar demasiado líquido.

Una técnica capa a capa

Si la pared es de yeso, es necesario eliminar el polvo con un cepillo de cerdas suaves. En caso de que esté pintada, se debe lavar toda la superficie con una solución de jabón especial. Tras aclarar, hay que dejar que la pared se seque por completo.

Si la pared es de yeso, es necesario eliminar el polvo con un cepillo de cerdas suaves

A continuación, se aplica la primera capa de barniz con un rodillo y se deja secar unas doce horas. Una vez seca, se aplica una segunda capa, esta vez con una brocha ancha de pelo corto. Para un resultado óptimo, hay que trabajar en áreas pequeñas. La brocha se debe desplazar de forma vertical, con pinceladas suaves y seguidas. A través de esta segunda capa se debe ver la capa base. De nuevo, se deja secar toda la noche.

La tercera capa se aplica de forma horizontal sobre la anterior. Para obtener un efecto cruzado, las pinceladas también deben ser suaves y continuas. Por último, hay que dejar secar otras doce horas.

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