Uso de las placas antihumedad

Las placas o planchas antihumedad protegen las paredes y los techos al obstaculizar el paso del agua
Por EROSKI Consumer 27 de septiembre de 2006
Img banera

La humedad es un problema que a menudo ocasiona múltiples inconvenientes en el hogar. Las formas de combatirlos también son variadas. Una de ellas consiste en el uso de placas o planchas antihumedad, recomendadas sobre todo para estancias con mucha humedad, como cuartos de baño y cocinas, pero también para fachadas. Este artículo describe los distintos tipos de placas antihumedad existentes, su capacidad de proteger tanto en interior como en exterior y sus acabados en pintura o alicatado.

Placas antihumedad de cemento o de pladur

La humedad suele superar cualquier barrera. Cuando se produce una filtración, el agua aprovecha para colarse por cualquier espacio, por mínimo que sea. Sin embargo, hay maneras de frenar su recorrido. Las placas o planchas antihumedad se instalan en paredes y techos con este fin. Son impermeables y están fabricadas en pladur o en cemento.

Las placas antihumedad evitan la aparición de manchas, así como la formación de hongos y moho

Las planchas de pladur están indicadas para zonas de acumulación de humedad, en particular el cuarto de baño y la cocina. Se pueden poner durante las obras o aprovechar una reforma para colocarlas. Su instalación es similar a la de las planchas de pared convencionales, y son muy parecidas incluso en su aspecto. La diferencia radica en que estas se someten a tratamientos especiales para repeler el agua.

Las placas de cemento, por su parte, están compuestas por una mezcla de cemento Portland y otras fibras. Se caracterizan por su dureza e impermeabilidad. Algunas hasta permiten la evaporación de la humedad para eliminar olores.

Proteger de la humedad en interior y exterior

Estos sistemas de placas se emplean tanto en interior como exterior. En fachadas, las placas resisten los efectos del viento y de la lluvia, sin reducir apenas el espacio disponible en el interior de la vivienda. Algunas planchas no requieren estructura metálica y se pueden pintar y alicatar. También existen otras preparadas para ser utilizadas en el suelo. Con ellas, se evita la aparición de manchas, así como la formación de hongos y moho.

De todos modos, hay que tener cuidado en el momento de sellar las juntas entre planchas. Si no se hace de forma correcta, la humedad y la condensación se pueden colar por estas ranuras. Para evitar problemas, hay que prever la dilatación que se producirá en ellas debido a los cambios de temperatura.

La colocación resulta rápida y sencilla. Se realiza en seco: las planchas se atornillan a la pared y los bordes se unen con un pegamento especial, que también resiste la humedad para garantizar la impermeabilidad del conjunto.

Pintar o alicatar las placas antihumedad

Las placas antihumedad admiten diferentes acabados. Se pueden pintar o alicatar.

Si se opta por la pintura, es preferible utilizar productos antimoho o antihumedad, debido a que no taponan los poros. De esta forma, las paredes pueden transpirar y la habitación o fachada permanece ventilada.

En el caso del alicatado, hay que extender sobre las placas una capa de imprimación para mejorar la adhesión de las piezas de cerámica. Los azulejos y baldosas deben recibir un adhesivo compatible con las placas y la humedad. Las planchas más resistentes soportan un peso de hasta 50 kilos.

En suelos, las placas admiten revestimientos cerámicos o de madera. Se pueden colocar incluso sobre las tuberías de calefacción. Antes, hay que asegurar que el suelo se encuentra bien nivelado. Cualquier diferencia en el terreno puede entorpecer la correcta instalación de las planchas. Cuando el desnivel sea importante, la aplicación de mortero permitirá nivelar la base.

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